Cuando empecé a escribir en esto de los videojuegos, intenté quitarme la venda rápidamente: son empresas, Cris, vienen a hacer dinero. Con esta premisa, cada noticia, cada análisis y cada reportaje, era revisado por una mirada de suspicacia y crítica... al menos, todo lo que podía. Es importante entender que, por mucho que los videojuegos nos gusten, los estudios de desarrollo así como los publishers, van buscando las vías precisas y determinadas para aumentar sus beneficios. Tienen que vivir de algo. Son empresas. No son tus colegas del barrio que vienen a enseñarte el último modelo de consola o un nuevo RPG.
En base a esto, empresas como Ubisoft o Activision se ganaron una mirada con el ceño fruncido, mientras que Blizzard o estudios como The Chinese Room, apaciguaron mi carácter con sus apuestas creativas.
Pero, entonces, llegaron ellos. Desplegaron sus alas rojizas y se posaron en mi escritorio. Traían en el pico un juego. 'The Witcher 3: Wild Hunt'. "Ah", pensé. "Este es el juego ese que va de un brujo que mata bichos", fue mi espectacular pero, en realidad, fiel resumen del que se convertiría después en GOTY 2015. Todavía me tiro de los pelos.
Por aquel entonces, una servidora se había empezado a leer la saga de Geralt de Rivia a duras penas. Falta de tiempo y de horas de sueño, impedían que continuara con La Sangre de los Elfos. Soy consciente de la pobre excusa que resulta, pero nada más lejos de la verdad pura y sincera. Sin embargo y, para ahorraros los detalles, digamos que mientras que 'Wild Hunt' empezaba a cosechar buenas críticas, yo me iba leyendo los libros de Sapkowski de forma paralela. Entonces, me di cuenta. "CD Projekt lo ha hecho no bien, sino perfectamente".
Desde que acabé los libros de Geralt de Rivia y pude dedicarle una mayor atención a 'The Witcher 3', hice un seguimiento de algunos aspectos del juego. Desde analizar la construcción del propio Geralt como personaje en el juego, como su banda sonora, hasta un reportaje con capturas de pantalla que los fans me enviaron de 'Blood & Wine', su segunda expansión. En todo momento, me he dado cuenta de una cosa: no me he quejado de nada. No suelo ser muy displicente, pero admito que con CD Projekt las veces que he tenido que quitarme el sombrero casi me provocan un tirón en el hombro. Han dado vida a una de las sagas de literatura fantástica más querida por todos los lectores asiduos al género. Y de qué forma. Han respetado al milímetro cada detalle, prestado atención a cada descripción de los libros y diseñado los personajes de forma que los lectores los sientan no vivos, sino reales.
Los pequeños comienzos
Cuento todo esto porque estaba el otro día vagabundeando como suelo hacer por Twitter, cuando me encontré con el siguiente tuit de Eve Beauregard, la Yennefer de Vengerberg de CD Projekt RED:
"Las cosas grandes, tienen pequeños comienzos."
Esas eran las pintas que CD Projekt RED tenían cuando presentaron en 2004 el primer 'The Witcher'. No sé si os habrá causado la misma impresión que a mí, pero... desde luego, es innegable que es de admirar. Me hace pensar, saliéndome un poco del tema, en que da igual los recursos que tengas y el dinero que suene en tu bolsillo: con ilusión, profesionalidad y cariño por tu trabajo, puedes llegar tan lejos como te lo propongas.
No voy a poner la mano en el fuego por ninguna compañía, pero hay algo que sí considero justo hacer y que CD Projekt RED se merece que subraye: hacen las cosas por el dinero como todas las empresas, pero lo hacen bien. Por y para los fans. Al menos, hasta la fecha. No soy una hechicera de la Logia (por suerte) para adivinar el futuro.
El juego de cartas, 'Gwent: The Witcher Card Game', anunciado en este E3 2016 no es más que una prueba de mi afirmación. Es evidente para ellos que los fans clamaban por disfrutar de este minijuego de forma independiente. Es, por consiguiente, un hecho evidente que van a sacar muchos beneficios de ello. No es, como escuché a alguien decir, "un juego de cartas más". Es el juego de cartas que pedían los fans. Precisamente, CD Projekt publicaba una carta abierta donde agradecía a los fans el "empujón" para animarse a hacer el juego de cartas de Gwent.
"Por favor, permítanme decirlo una vez más: me gustaría dar las gracias a todos los fans de 'Wild Hunt'/'Gwent' por animarnos a hacer 'Gwent: The Witcher Card Game', decía el co-fundador de CD Projekt RED, Marcin Iwinski, en dicha carta.
No sé vosotros, pero con CD Projekt RED sí tengo la sensación de que son los amigos que vienen a tu casa para enseñarte el último manual de rol que se han comprado.
Así que, ¿cuándo nos casamos?