El 25 de Julio 2016 | 08:46
Vaya por delante que cuanto levantaba poco más de 1 metro respecto al suelo tenía una Game Boy y tenía mi edición 'Pokémon Rojo' y posteriormente 'Pokémon Amarillo', y conseguí reunir a todos en ambas ediciones, e iba a clases...y en los recreos, con el cable Game Link, nos pasábamos pokémons entre compañeros y, pese a no tener ya los títulos en propiedad, continué jugando a cada entrega que llegaba al mercado hasta los últimos coletazos de la época Game Boy Advance.
Es más, en mis ansias por la franquicia de Nintendo llegué a pedir como regalo a mis padres esa versión vitaminada del tamagotchi que tenía a Pikachu como principal protagonista, con su envoltorio de plástico amarillo, su Pikachu, al que había que mantener, y que, como una cosa llegada de otro mundo, incluía a la vez un podómetro con el que recargar al pokémon más conocido de la franquicia.
Me lo expliquen
Explicado esto pregunto, ¿Qué puñetas nos ha pasado con 'Pokémon GO'? ¿En serio es éste el título que está siendo un auténtico éxito allá por donde pasa?
Han pasado ya unos días desde el lanzamiento oficial de la aplicación en la Store de Apple y en el Play Store de Android. Soy de esos usuarios que, aún sabiendo como poder instalarlo fuera de los ámbitos normales, esperaba paciente (y tan paciente... no tenía intención de instalarlo) a un día de aburrimiento máximo para instalarla, trastear un poco con ella y ver si realmente merecía la pena que ocupase espacio en la memoria de mi dispositivo o no.
Esa era mi intención, pero nada más lejos de lo que al final ha pasado. En cuanto la apk comenzó a rondar la red casi todo mi entorno, muchos de ellos jugadores habituales, pero una gran mayoría ajena al sector, y mucho más a las últimas entregas de la franquicia, contaban ya con la aplicación funcionando y el tema central de las reuniones, de una forma u otra, acababa siendo donde estaba tal pokémon o si cerca había poke paradas y gimnasios.
Al final, caí, me instalé la aplicación y la primera vino en la frente. Los servidores. Tardé como media hora en poder ver al profesor de turno para darme las indicaciones necesarias, y lo hice con conexión wifi y un dispositivo de gama media-alta, vamos, en resumidas, que la experiencia de "cazar en la realidad" no empezaba con buen pie.
Como la aplicación aún no estaba de forma oficial en el mercado español pensé que quizás se debía a eso, a que desde Niantic no habían previsto la avalancha de usuarios y normal que los servidores fuesen algo inestables, pero ahora, con la aplicación ya oficial, veo que la cosa sigue igual, pero vamos a correr un velo sobre ellos.
Llega el momento de ponerse en serio con la aplicación y...¡Joder! se me ha quedado colgada, y repito, en un dispositivo que cumplía de sobras con las características recomendadas. Reinicio y ahora sí, ya puedo elegir quién quiero que sea mi acompañante inicial. Como había leído aquí el truco para tener a Pikachu pues me puse mano a ello, uno que es muy fan de póster de la rata amarilla.
Me dan el pokémon, me plantan en mi barrio con los datos de Google maps y ala, a correr, ¡que ancha es Castilla niño! Veo que tengo un par de poke paradas cerca, un par de gimnasios y varios pokémons danzando, así que voy a cazarlos y llega la segunda a la frente, el mecanismo es más simple que el de un botijo, y aquí creo que estoy ofendiendo a todos los botijos. Lanzar la pokeball, con efecto si quiero, justo cuando el círculo verde se estreche, si cambia de color, más pokeballs voy a tener que gastar en capturarlo, pero nada de debilitarlos ni similares, todo se reduce a lanzarle pokeballs hasta que las variables del juego o tú os canséis y uno de los dos acabe dando su brazo a torcer y pokémon para la saca.
Bueno, vamos a probar la realidad aumentada, que es donde estará la gracia de esto. Me lanzo a cazar con la realidad aumentada y me topo con una integración de los modelados en el entorno que, en fin, para pequeños, pues entiendo que alucinen en colores, aunque algunos ya vendrían aprendidos de la época 'Invizimals'. A mi personalmente no es que me sorprendan mucho, es más, juraría que he tenido aplicaciones instaladas en la tablet con integraciones más elaboradas, pero bueno, tiene su gracia decirle a tu acompañante que tiene un Rattata en el hombro y que te eche una mirada de "este es gilipollas y no sé que hago con él".
Llevo una semana intentando encontrarle el punto de disfrute al título, y de verdad que no se lo veo por ningún lado. Que sí, que incita a socializar, me he encontrado con grupos de "caza" de 5 a 7 chavales recorriendo las calles, que invita a que los jóvenes salgan de sus habitaciones, que eso daría para otro artículo, y tomen la luz solar, incluso que conozcan puntos de interés de sus localidades, y todo eso lo veo perfecto, pero no como para causar el revuelo que se ha creado en torno a él.
En los últimos días creo que no ha pasado un día en el que no haya redactado una noticia relacionada con el título y las anécdotas que están pasando en torno a él, y todo con una cara de no entender que leches estaba pasando para tanto interés, sobretodo si comparamos lo que a día de hoy nos ofrece el juego con lo que nos vendieron, que por si no lo recordáis, os lo dejo por aquí abajo.
Y ojo, que insisto, la idea en si me parece perfecta, y la ejecución que nos enseña el tráiler también, pero es que eso, a día de hoy, no lo hemos visto ni de lejos, quizás cuando se implementen todas esas opciones entonces sí me sienta como uno más y me lance a la calle a cazar a diestro y siniestro, mientras tanto... iré cazando cuando salga y me acuerde que la tengo instalada, si eso...y si no ha caído en desuso, algo muy habitual en el sector móvil.