Hace tiempo nadie podía toser a 'Super Mario Bros.' en el género de las plataformas. Era un objetivo intocable que por mucho que algunos lo intentaran, nadie era capaz de compararse con el fontanero más famoso de la industria del videojuego. Pero en 1991 surgió algo, una luz de esperanza, una franquicia que era capaz de competir con Nintendo... Pero que jamás alcanzó su genio.
Días atrás se publicó el análisis que redacté acerca de 'Sonic Mania', el último juego de ese erizo que un día fue capaz de competir con los grandes. No me corté lo más mínimo y tras mucho meditarlo, llegué a la conclusión de que el juego superaría las expectativas de la comunidad y merecía por tanto el reconocimiento de un digno 10, a la altura de otros juegazos que han recibido la nota como 'Dark Souls III' o 'The Legend of Zelda: Breath of the Wild'. Creo que para llegar a esta conclusión hay que tener varias cosas claras, y por ello vengo a dar las razones de por qué es merecedor de esta nota tan digna. Por tanto, os recomiendo leer el análisis de tal fantástico juego y despues visitar este artículo.
El ascenso supersónico
Un poco de contexto antes de lanzarnos a esto. Veo necesario el hecho de conocer un poco al analista de un juego para llegar a entender del todo las notas que pone, pese a que su primera regla sea siempre ser lo más objetivo posible. En el caso presente, el género de las plataformas es uno de mis favoritos absolutos. Crecí con Earthworm Jim, Sonic y Mario como mis modelos, y si debiese dar alguna nota perfecta a algún otro juego del género sólo se lo daría a uno.
Con toda esta experiencia, ¿qué tiene 'Sonic Mania' que no sea la nostalgia? Ahí se encuentra la primera clave: parece nostalgia, pero es un término que engaña. Comienzas el juego en Green Hill Zone y los cinco primeros segundos que estás corriendo recuerdas las cosas, pero pronto comienzan los cambios y las cosas extrañas. Empiezan a añadirse elementos, nuevas zonas a los mapas, y antes de que puedas reaccionar del todo te das cuenta de que el primer acto de este juego suma los tres del juego original con más zonas. Coge la música y el entorno, pero en poco tiempo los desarrolladores ya te están diciendo que no todo es lo que parece, que este es un nuevo juego con nuevos niveles. Los primeros actos recuerdan al pasado a la vez que llo revolucionan, y los segundos rompen los esquemas y cambian el mundo por completo.
Tanto si conoces el pasado del erizo como si no, el título no deja de sorprenderte. No sólo cada zona, sino cada acto tiene elementos únicos y especiales que hacen que no puedas aburrirte y dejar de sorprenderte. Todo tiene un toque de ingenio propio de los desarrolladores que hace que las horas que dura el juego se pasen en un suspiro porque no ves las mismas cosas repetidas dos veces. Y además de ello está el hecho de que el escenario en cada nivel puede reaccionar de forma diferente a ti, por ejemplo equipándote los escudos elementales que harán diferentes efectos dependiendo de la zona: ¿que el escudo eléctrico te hace pegarte al techo en Flying Battery Zone? Nii lo esperas ni volverás a verlo en otro sitio.
No hay un sólo momento de 'Sonic Mania' que pueda olvidar con facilidad. El juego arregla los muchos problemas que tenía con la franquicia original que muchos fans vemos con el paso de los años, como por ejemplo los poco carismáticos jefes finales de la era de MegaDrive. Y es que ahí entra el juego el hecho de que los desarrolladores en esta ocasión son fans del erizo, expertos que saben cómo tratar la franquicia mejor que sus propios creadores. ¿Imagináis otras sagas de videojuegos mejoradas por su comunidad? Taxman y su equipo tienen ideas frescas, ingeniosas y saben hacia dónde dirigir a Sonic.
No es sólo saber dirigirlo, es que la presentación del título es magnífica. Gráficamente el juego quita el hipo, y eso es algo que es difícil de ver desde la distancia. Parece un juego que tira de un motor gráfico viejo, pero no os engañéis: el Retro Sonic Engine es capaz de muchísimo. El juego corre a 60 FPS, las animaciones de Sonic aprovechan cada fotograma y los movimientos no se hacen nada mecánicos, sino impresionantemente ligeros y bien pulidos. Además de ello está el hecho de pararse a ver el escenario y darte cuenta de lo hermoso que puede ser, como el segundo acto del quinto nivel, que nos enseña cientos de pétalos volando a nuestro alrededor y que podemmos echar al aire nosotros mismos.
Y la música es ya algo que es difíci de definir. Sega siempre se ha esforzado por dar un gran peso al apartado sonoro de la franquicia, y 'Sonic Mania' no iba a ser menos. No llega a la genialidad musical de 'Sonic 3', de la cual hablaré pronto en otro reportaje; pero en su lugar sabe revolucionar, tener sus toques propios, hacer remixes increíbles del pasado y traer nuevos tonos al presente que encajarían perfectamente en tu reproductor personal.
Qué puedo decir que no hay razones para no dar esa nota perfecta a un juego más digno que 'Sonic Mania'. Entiendo el escepticismo de muchos frente a esta nota, y otros pensarán que no es merecedor tras su experiencia: pero como crítico y fan de los plataformas no puedo negar que Sonic ha conseguir lo que jamás logró en su era de MegaDrive. Ha alcanzado la excelencia, y este será el juego de la saga que será recordado y estudiado en el futuro.