Cinco juegos de 'Pokémon' se han colado en el top 50 de ventas en UK en los últimos días. Las reservas de 'Pokémon Sol' y 'Luna' han crecido exponencialmente. Las ventas de cartas de 'Pokémon' se han disparado, y el ritmo de ventas de Nintendo 3DS ha crecido un 27,5% en Reino Unido. Todo ello, absolutamente todo ello, debido a 'Pokémon GO'.
No me voy a detener en hablar de el hit que supone 'Pokémon GO' porque me da entre pereza y asco. Entended que seguir día a día la actualidad del videojuego en el aburrido julio se reduce, prácticamente, a leer sobre 'Pokémon GO', que es lo único que ha sucedido desde el E3 2016. Sin embargo, sí parece un momento interesante para tomar un par de pasos de distancia y pensar en el Satoru Iwata.
Cuando Nintendo decidió meter la patita en los videojuegos para móviles Iwata hablaba de una idea idílica de utilizar el videojuego en móvil como una vía para llevar sus licencias a más gente, y lograr así retroalimentar toda esa atención en el hardware y software convencional de Nintendo. Aquel discurso del presidente con el acuerdo de DeNA, tan solo unos meses antes de su muerte, sonaba mal. Sonaba a la típica excusa, a la bajada de pantalones que en aquel momento le tocaba pegar a Nintendo, porque Wii U no arrancaba en ventas y la junta de accionistas se estaba poniendo nerviosa. La idea de Iwata parecía el discurso para el fan, para acallar las voces críticas que se alzaron y que, de hecho, siguen resonando. Y, pese a las apariencias, y todavía sin tener muy claro si por casualidad o capacidad de miras, parece que Iwata una vez más tenía razón.
Está claro que 'Pokémon GO' es un juego que se adapta a la doctrina Iwata, cumpliendo esa línea roja que dice que un juego para móviles de Nintendo debe ser un juego adecuado a la plataforma, y no la traslación directa de conceptos de consola. 'Pokémon GO' como videojuego me parece pobre y vacío, de hecho, pero es una herramienta estupenda para devolver la marca a la primera plana, y esto ha terminado revirtiendo en el mercado tradicional de videojuegos.
La doble lectura y el riesgo
Sin embargo, el éxito de 'Pokémon GO' para el formato de videojuego tradicional tiene una doble lectura: la primera es la que planteaba Iwata, utilizar el móvil como sistema publicitario; la segunda, la que parece más probable, es que Nintendo incremente su presencia en teléfonos móviles y forme un imperio en las tiendas de Apps dejando relegado a un segundo plano el mercado de videoconsolas tradicional.
Todo esto sucede mientras seguimos alimentando con nuestros datos de geolocalización los servidores de Niantic para fines muy poco claros. Entre las risas no hemos visto el fondo de la cuestión, y es que Oliver Stone tenía razón en sus declaraciones de Comic-Con 2016: "Están extrayendo datos de cada persona que hay en esta sala ahora mismo. Es lo que ellos llaman capitalismo de vigilancia". Hemos de asumir que nuestro rastro en internet es imborrable, pero dar vía libre en nuestro móvil a una herramienta tan intrusiva como 'Pokémon GO' es poner las cosas muy fáciles.