El 10 de Octubre 2019 | 12:59
Aquí lo conocemos también como "el comecocos", pero la verdad es que el hecho de que tengamos nuestro propio nombre para mencionarlo, no implica que el nombre original no nos sea igualmente reconocible. De hecho, 'Pac-Man' es como 'Tetris', 'Mario' o 'Sonic the Hedgehog'. Un icono de la industria de los videojuegos que, más allá de los mismos, es conocido por prácticamente todo el mundo. Básicamente porque forma parte ya de la cultura popular de muchos países, y no solo de Japón donde tendrá incluso presencia en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio. Tal día como hoy, pero del año 1980, 'Pac-Man' llegaba en forma de recreativa. Su objetivo era encandilar al público con su sencillez y su simpatía. 39 años después, queda claro que lo consiguió con creces.
No necesitabas ni un botón
De hecho, tal y como el propio Iwatani me contó en una entrevista para esta casa, ni siquiera era necesario hacer uso de un botón para jugar. Y eso, era algo buscado por su parte, de cara a hacer llegar el juego a todo tipo de público. También nos contó que su intención era la de acercar el juego al público femenino, alejándose de las modas del momento, donde todo era acción y matar "marcianitos". La cuestión es que 'Pac-Man' tiene todos los ingredientes de aquellos grandes que he citado en el párrafo anterior: era inmediato, simpático, carismático, adictivo y sencillo. Y, sin embargo, si querías profundizar, también era posible hacerlo.
De entrada, gracias a la magnífica particularidad de que cada uno de los cuatro fantamas (que con la posterior versión de Ms. Pacman serían cinco) tenía su propio comportamiento. Estaba Blinky, que incrementaba su velocidad a medida que 'Pac-Man' ganaba puntos en el nivel, Pinky, capaz de rodear obstáculos al contrario de las manecillas del reloj (le encantaba cortarnos el paso), Inky, menos rápido pero que al actuar de manera impredecible nos podía sorprender, o Clyde, que ni siquiera nos perseguía y eso hacía que anticipar sus movimientos fuera realmente complicado. Todo eso, muy importante en una fórmula en la que conseguir la máxima puntuación estaba solo al abasto de muy pocos.
El mítico bug 256
Y ahí es donde entra en juego otro gran elemento que vale la pena recordar del original. El mítico bug 256, que ha dado tanto de sí, que incluso existe una tienda con ese nombre en Estados Unidos, aparte de merchandising, o incluso un juego reciente de la propia Bandai Namco, que reiventa la idea para sacarse de la chistera un roguelike (con tintes de endless runner) realmente divertido. Algunos pensaban que estaba hecho adrede, pero realmente era solo un error de programación debido a que sus creadores no pensaban que nadie llegara al nivel 256. Resumiendo, no había más niveles, la programación se hacía un lío, y empezaban a aparecer valores informáticos por toda la pantalla, impidiendo jugar y terminar dicho nivel.
A estas alturas no tiene mucho sentido recordar en qué consiste 'Pac-Man', pero sí podemos decir que una de sus grandezas ha sido la capacidad de evolucionar, incluso dentro de su fórmula original. Desde aquellos juegos que han tocado otros géneros como las plataformas ('Pac-Man World' es una subsaga genial) hasta los que han supuesto pequeñas variantes de la idea inicial. Sin ir más lejos, está anunciado un nuevo juego, que será exclusivo de Apple Arcade ('Pac-Man Party Royale'), y el cual nos propondrá una experiencia battle royale donde tendremos que ser los últimos "comecocos" en pie. Ah, y si los demás jugadores se nos comen, seremos fantasmas, y podremos revivir si matamos a otro jugador. En definitiva, falta solo un año para los 40 y al bueno de Pac-Man no le han salido canas. Ni le van a salir, con esa bola de billar que tiene por cabeza.