El 5 de Agosto 2019 | 11:00
A finales de la pasada semana conocimos el fichaje de Ninja, el mayor streamer de títulos como 'Fortnite', por Mixer, el servicio de streaming impulsado por Microsoft, y rápidamente se convirtió en tendencia en las principales redes sociales, donde muchos usuarios dejaban ver su opinión al respecto y se atrevían a teorizar sobre el futuro tanto de él como del resto de streamers que le siguen la pista o quieren ser similares.
Personalmente, y vaya por delante, mi entendimiento del sector y de las formas de "disfrutarlo" dista mucho de la "mercantilización" que está sufriendo en los últimos años a nivel de usuarios, algo que también me pasa con los deportes en general, pero estaba claro que, más tarde o más temprano, un movimiento de este tipo, con su respectiva repercusión, iba a terminar pasando más pronto que tarde, y es que cuando uno deja de ser usuario para convertirse en referente, las ofertas empiezan a venir por si solas sin necesidad de mover un dedo de más.
Ya tenemos a las estrellas
Los esports nos han permitido trasladar, hasta cierto punto, toda la maquinaria que vemos en deportes mayoritarios como el fútbol o el baloncesto, al sector del videojuego, pero claro, este sector no es igual que el deportivo, tiene sus propias normas, reglas y particularidades, y una de ellas pasa precisamente por los streamers. Que Movistar Riders, Heretics o cualquier equipo de esports lleve a cabo fichajes de calado, tanto en repercusión como en desembolso, ya no nos resulta extraño, son los Messi o Ronaldo del videojuego y hemos interiorizado las mismas prácticas, pero todo cambia cuando el que lleva a cabo este tipo de operaciones es alguien que ha nacido, como personaje, al amparo de Youtube y Twitch.
El término "youtuber" o "streamer" se emplea en numerosas ocasiones de forma muy despectiva, quizás en parte por parte de otros usuarios que han intentado replicar el éxito del personaje en alza sin tener el mismo éxito, pero lo cierto es que para alcanzar dicha cota se deben dar varios factores en el momento adecuado, y ahí no entra el que uno sea mejor streamer que otro, que también, pero la comunidad juega un papel fundamental en esto, y en el caso de Ninja, ha sabido arrastrar a una gran masa, no ya de jugadores, si no de espectadores, y eso, a nivel empresarial, se traduce en muchos ojos dispuestos a ver el contenido que tú, como empresa, quieras enviar.
También se traduce en muchos ojos que, si juegas bien tus cartas, como ha ocurrido con Mixer, se van a sumar al servicio y van a consumir de él. La jugada a nivel empresarial es redonda, o al menos hasta que dure la "burbuja" de la que muchos viven a día de hoy. Yo soy de los que piensan que tanto los esports como los streamers están ahora mismo en una cresta de una burbuja que podría explotar en cuando se den dos malos pasos, porque amigos, a diferencia del streaming hecho por puro "placer", cuando entran en juego movimientos empresariales, cuando se dan malos pasos no hay sentimientos que valgan. Se cierra el chiringuito y a otra cosa, que el mundo es muy amplio.
A pesar de esto, si Ninja ha sabido jugar sus cartas y sacar el máximo beneficio mientras que la ocasión lo permita, olé él y bienvenido sea, aunque a nivel personal me parezca lo más insulso del mundo ver a alguien jugar a través de un monitor en lugar de experimentarlo en primera persona, y para aquellos que lo piensen, sí, también opino lo mismo del resto de disciplinas, aunque sé que no es lo mismo ver jugar a un equipo de primera que de tercera regional.