El 18 de Septiembre 2018 | 18:43
Capcom no está pasando por su mejor momento. La mítica empresa está generando unas pérdidas importantes tras cancelar los proyectos que estaban en desarrollo en Capcom Vancouver. 40 millones de dólares en la basura que afectarán a los resultados del año fiscal, y eso que sólo estamos a la mitad de este. Algo está pasando dentro de la compañía. Se esta generando un cambio y empezamos a ser conscientes de ello.
Llevamos una serie de catástrofes y éxitos que han dejado muy confusos a los japoneses. 'Marvel vs Capcom Infinite' ha sido un fallo gigantesco en el mercado cuando la empresa apoyaba con fuerza la iniciativa, y la crítica y las ventas destrozaron el infame 'Dead Rising 4'; pero por otro lado ha habido éxitos rotundos, como ese popular 'Monster Hunter World' que ya se ha convertido en el juego más vendido de su historia. Aquí es donde la compañía se ha detenido durante el último año y medio y ha comprobado qué quiere la comunidad con recopilatorios de juegos antiguos, una vuelta a los orígenes con 'Resident Evil' y un regreso estelar tras ocho años de ausencia de uno de los héroes más amados del mundo de los videojuegos.
Cuando pierdes tu imagen, pierdes todo
¿Por qué estos cambios y experimentaciones? La empresa nipona lleva una etapa muy peligrosa siendo bastante condenada por sus políticas de empresa. El citado 'Marvel vs Capcom Infinite' tuvo el grave problema de querer seguir un camino similar al de 'Street Fighter V', ampliando su contenido y personajes posteriormente. Casi lo mismo podemos decir de 'Dead Rising 4', cuyo final se hizo esperar en forma de DLC y dejó a muchos fans desilusionados. La imagen de Capcom está por los suelos.
Pero no les culparía de todas sus decisiones. No repetiré lo que se dice constantemente de que si se produce el fenómeno del DLC de pago es porque nosotros como usuarios pagamos: voy a mojarme, a mí me gusta tener contenido adicional en mis juegos favoritos, como los curiosos minijuegos de 'Resident Evil 7'. No, digo que Capcom no tiene la culpa del todo porque la empresa perdió su identidad a lo largo de la pasada generación. Las caras más famosas de los desarrolladores que una vez la levantaron abandonaron la compañía, y con ellos parecía que no había un futuro posible lógico. ¿Cómo iba a ser posible un nuevo 'Mega Man' cuando Keiji Inafune se había encargado durante tanto tiempo de la franquicia? ¿Tenía sentido una quinta entrega de 'Devil May Cry' sin Inafune ni ideas nuevas para hacer evolucionar el género como él hizo en Platinum Games? Sin todas estas prodigiosas mentes era lógico que Capcom se convirtiera en una empresa sin guía sólo para conseguir dinero.
Pero atención, que vienen las curvas. 'Mega Man 11' es una realidad con Koji Oda al mando, quien ya hizo el magnífico reboot de 'Strider' que pasó algo desapercibido. Hideaki Itsuno vuelve para encargarse una vez más de 'Devil May Cry 5' en vez de dejar la saga en manos ajenas como hicieron antes. Y lo más sorprendente es la política de puertas abiertas de la empresa, como han demostrado hace poco con Platinum Games, con quienes mantienen relaciones positivas. Nuevas mentes se están levantando, y Capcom está cambiando sus políticas.
Me alegra la cancelación de los juegos de Capcom Vancouver. Me hace creer que una Capcom mejor, una más preocupada por la calidad de sus juegos y que quiere dar la voz e imagen que muchas franquicias necesitaban, es posible. Y que ahora viajemos hacia atrás en el tiempo con nuevos recopilatorios como 'Capcom Beat 'em Up Bundle' me hace pensar que están probando las aguas por parte de los fans. Ahora está en nuestra mano decir qué es lo que queremos, comunicar si sus nuevas acciones son las que aprobamos.
Capcom está adoptando una nueva identidad tras años de deformación. Nosotros somos quienes debemos moldearla y así devolverle la grandeza que un día tuvo. Una nueva Capcom es posible.