El 31 de Enero 2018 | 13:30
El machismo está presente en todas y cada una de las facetas de nuestra sociedad; desde la industria cinematográfica (de la que ya he hablado en alguna ocasión) hasta la industria del tebeo y el cómic. Y es precisamente de esta última de la que vengo a hablar hoy, puesto que, pese a ser una gran desconocida, es muy importante que el cómic comience a ser un espacio mucho más justo para todas las ilustradoras.
Es por eso que es una gran noticia que Unidos Podemos, el partido político español, se haya decidido a sacar una Proposición No de Ley (PNL) precisamente sobre este tema, hablando sobre las ilustradoras y las autoras de cómic, tebeo y novela gráfica. El objetivo es conseguir que se abra el debate en la Comisión de Igualdad, que comience a hablarse de la necesidad de crear un plan de visibilización y de lucha contra la precariedad de las mujeres que se dedican de forma profesional a este sector.
El Colectivo de Autoras de Cómic se encuentra detrás de este movimiento, buscando y tratando de promover siempre que las mujeres consigan alcanzar las mismas metas que los hombres. Han publicado un comunicado en su página web, señalando que consideran "capital participar en espacios que nos permitan abrir diálogos: para pensar, entre todos y todas, procesos de apertura, de reflexión, de cuestionamiento de los mecanismos de poder que atraviesan la industria del cómic, todos ellos inequívocamente ligados al funcionamiento de nuestra sociedad".
Pero... Y los hombres, ¿qué?
Si habéis llegado hasta este punto del artículo, he de suponer que a muchos os habrá surgido la pregunta de "¿qué pasa con los ilustradores? ¿Solo nos preocupamos de la situación de las ilustradoras?". Y la respuesta es sencilla: en este caso, sí. Porque si bien es cierto que la industria del cómic y el tebeo es complicada en general, en el caso de las mujeres la situación se dificulta incluso más.
Pongamos un sencillo ejemplo. En diciembre se anunciaron las obras seleccionadas para participar en uno de los festivales más importantes del mundo de la ilustración, el llamado 'Grand Prix de la Ville d'Angoulême'. Se seleccionaron un total de cuarenta y cinco obras, con sus correspondientes cuarenta y cinco autores, para presentarse al certamen. De estos cuarenta y cinco autores, únicamente cinco eran mujeres; el resto, los otros cuarenta, eran hombres. Aquí tenéis la lista completa, que seguro que os interesará leerla y comprobarlo por vosotros mismos. Si pasamos estos números a porcentajes, veremos que del total, solo un once por ciento son mujeres.
Esto no es porque las mujeres estén menos preparadas, o porque las ilustradoras tengan un peor nivel que los ilustradores. Esta situación es mucho más profunda, y nos habla de una desigualdad de base entre los hombres y mujeres en todos los ámbitos laborales en general, y en la ilustración en particular. No se llevan a autoras a los salones de presentaciones, apenas tienen relevancia en los museos, no están en las bibliotecas... Y es que, al igual que pasa con el mundo de las letras y del arte en general, se valora mucho más el prestigio de los autores masculinos que el de las mujeres. Estudiamos a los pintores más importantes, a los escritores más importantes, a los poetas, y obviamos totalmente que también hubo mujeres destacadas en estos ámbitos.
Es el momento idóneo para luchar contra esto y conseguir que la situación de las ilustradoras españolas cambie.