En 'What Remains of Edith Finch' nos podemos en la piel de Edith Finch, la última del clan Finch, quien vuelve a la estrambótica casa de su familia para conocer más sobre sus antepasados. Iremos avanzando por la casa poco a poco mientras visitamos las habitaciones de la familia Finch y podemos presenciar los últimos momentos de cada uno de ellos.
El título de Giant Sparrow consigue algo muy curiosos y que juraría que nunca me ha pasado con un videojuego y es el no querer continuar pero querer ver que es lo siguiente. Pero no hablo de lo típico, y que tan bien plasma el "himno gamer" de IGN, de "no me quiero acabar el juego porque me lo estoy pasando muy bien y me da penita". Hablo de que 'What Remains of Edith Finch' tiene algunas partes en las que debido al contexto y como el juego nos cuenta su historia, el título no para de decirte lo que tienes que hacer y tu no quieres hacerlo. Llegando a pulsar los botones con absoluta desgana y parando justo antes de que pasase "X" cosa.
Pero para que suceda esto, el juego tiene que tener especial cuidado en cómo cuenta su historia, y ese es el otro gran punto fuerte de 'What Remains of Edith Finch'. Este título es uno de los primeros acercamientos que tiene el videojuego al realismo mágico. Para ser lo más breves posibles, diremos que una de las características clave de este género es darle verosimilitud a hechos fantásticos, como si el ver un dragón sobrevolando los cielos fuese tan normal como ir a comprar el pan.
Como he dicho antes, en el juego iremos pasando por las habitaciones de los familiares. Y llegado un punto, dejaremos de ser Edith y viviremos los últimos momentos de otro Finch. Obviamente, todas las historias son diferentes pero también están contadas de forma diferente. Lo que algo es mágico o fantástico para un chaval de 6 años no es lo mismo para un joven de 20 y no alguien de 1950 no imaginará las mismas historias que uno de 2017.
Y así, con un videojuego, te cambia la vida
Al tener cada historia contada por un narrador diferente y atendiendo al contexto de cada personaje -ya que para llegar hasta aquí hemos visto su habitación y sus pertenencias-, empatizamos de forma muy fuerte con ellos y surgen la situación que describía al principio, la cual puede hacernos pasarlo realmente mal en un par de momentos.
En lo jugable, el segundo título de Giant Sparrow, no deja de ser un walking simulator en el que no nos vamos a atascar en casi ningún momento, pero eso no le aporta nada negativo, ya que queremos seguir viendo lo que el juego nos ofrece, queremos saber qué le paso a cada uno de los antepasados de la familia Finch. Queremos ver cómo afectó esa supuesta maldición a la familia. Queremos saber más de su historia en todo momento.
'What remains of Edith Finch', en resumen, es un juego bonito y colorista, entretenido, absorbente y, sobre todo, es un juego que arriesga en la forma de contar sus historias. Algo que hace falta en la industria.