El 4 de Diciembre 2017 | 21:10
'Prey Reboot' será en 2017 lo que 'Doom' fue en 2016. No paré de predicar esa frase cada vez que nos iban llegando nuevas noticias del juego de Arkane Studios y Bethesda Softworks. Hoy, más de medio año después, y viéndolo en perspectiva, creo que no me equivoqué demasiado. Desde mi humilde punto de vista, a este 'Prey' le falta una pizca de algo para llegar a la altura del brutal juego de Id Software. Pero, al mismo tiempo, tiene algo que ni siquiera aquel consiguió: mantenerse fiel no solo al juego -en aquel caso la saga- al que reiniciaba, sino también ser capaz de innovar de forma descarada, y tomar elementos de otros títulos muy celebrados.
Un mundo distinto
De ahí, esa inevitable comparación del titular. Porque en los varios años que llevamos de generación, se echa en falta -de forma muy evidente además-, la presencia de un 'BioShock'. Ya no solo porque en la época de PS3 y Xbox 360 vieron a la luz tres juegos fantásticos, que también. Sino porque ninguno de los shooters que ha ido saliendo desde que disfrutamos de PS4 y Xbox One -en PC también, evidentemente-, ha sido capaz de ofrecer aquella experiencia tan inmersiva y diferente a nivel de ambientación. Aquella sensación de estar ante una mezcla de realidad y ficción casi idílica. De encontrarnos ante una aventura que se plantee aspectos morales de la vida, y sobre todo, y ahí va lo más importante de todo, que nos muestre formas muy distintas de avanzar por el desarrollo. Sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de juegos del género que llevamos teniendo desde hace muchos años.
Y en todo eso, pienso yo, 'Prey' es capaz de destacar como ningún otro en este 2017. Porque no sabes muy bien si estás jugando a un shooter tradicional, a una aventura con puzles, o a un juego de acción frenético. Porque tiene elementos de todo ello, tanto cuando combatimos como cuando simplemente exploramos. Y eso creo que es lo que realmente le ha dado un reinicio a la saga. No os mentiré si os digo que como fan del 'Prey' original, inicialmente me sentí algo decepcionado por ciertos aspectos. Echaba de menos un personaje más carismático y místico, un inicio más fulgurante como aquella gran abducción del bar yankee, y sobre todo una capacidad más inventiva de presentar los puzles de la saga -en el primero, había momentos muy a lo 'Portal'. Sin embargo, todo eso se fue diluyendo, a medida que me daba cuenta de dos cosas: por un lado que la ambientación era fantástica. Por otro, que el desarrollo era distinto y sorprendente, como lo fue en aquel título de 2006.
Porque esa es, verdaderamente, la naturaleza de 'Prey', como juego y como saga. Algo así como un título que es capaz de ofrecer un shooter con entidad propia. Distinto a absolutamente cualquier otro juego que puedas probar del género. En el que avanzar por el escenario puede suponer realmente distinto en función de tu forma de jugar, así como de los elementos que aparecen en pantalla. Tanto los enemigos, como nuestras armas nos dan una combinación casi infinita para abordar los enfrentamientos de mil maneras distintas, así como para encontrar vías muy diferentes de explorar. No es lo mismo ir al grano, por un pasillo en el que nos esperan combates duros, que intentar trepar por un conducto de ventilación el cual no es de fácil acceso. Por no hablar de la posibilidad de usar más o menos sigilo.
Lo cual me acaba llevando a otra de las grandes virtudes de este juego: su pequeña vertiente survival. No tanto porque dé miedo en sí mismo -igual que 'Bioshock'-, sino porque nos encontramos solos; porque el argumento tiene un halo a misterio genial -con giros de guión importantes-, y sobre todo, porque la banda sonora y la falta de munición contribuyen a que nos sintamos indefensos y cautelosos. Por todo eso y mucho más 'Prey' es un juego distinto, igual que lo fue 'Bioshock', con el cual comparte muchas de las virtudes que nos encandilaron de la obra de 'Ken Levine'. Y justamente por eso, creo que 'Prey' es un firme candidato a, cuanto menos, ser tenido en cuenta a la hora de recordar lo realmente maravilloso que ha sido el presente año 2017.