El 29 de Noviembre 2017 | 21:43
Llevábamos años diciendo que el género del JRPG está en crisis hasta que 'Persona 5' puso el punto y final a ese supuesto periodo oscuro. Es verdad que juegos como 'Ni No Kuni' o 'Lost Odyssey' todavía oponían cierta resistencia, pero lo que es evidente es que el género estaba estancado, ya que las franquicias estandartes no se lucían especialmente, como 'Final Fantasy' o 'Dragon Quest'.
'Persona 4' no es que fuera un juego de nicho, sino que se trata de un juego que, simple y llanamente, jugaron cuatro gatos en nuestro país, algo que ni siquiera remedió en gran medida el lanzamiento de su versión mejorada en PS Vita, 'The Golden'. Eso no evita que sea un juego maravilloso, un RPG nipón realmente especial que hacía que quienes lo disfrutamos esperáramos esta quinta entrega como el agricultor la lluvia que hace crecer su cosecha. Poca gente lo entendía...
Y fiinalmente llegó 'Persona 5', que no es tan bueno como creíamos, sino aún mejor, y lo que es tan o más importante que eso, es la enésima reinvención del género. Quien nunca haya jugado ninguna entrega de esta IP de Atlus descubrirá algo diferente a cualquier otra cosa que haya probado, un juego que hoy en día se atreve a desafiar los cánones del rol que dictan que la ambientación en un mundo abierto es condición sine qua non para triunfar a nivel de crítica y comercial. Lejos de eso, 'Persona 5' presenta entornos relativa y sorprendentemente pequeños que, irónicamente, ofrecen muchas decenas de cosas por hacer.
Evolución
Y si la cuarta entrega tenía algún que otro defecto -pocos, pero los tenía-, esta quinta los elimina de un plumazo a base de valentía e innovación, como por ejemplo el aspecto dungeon crawler, que en aquella era lo más monótono, en 'Persona 5' es una actividad tan disfrutable como cualquier otra. Las mazmorras ahora tienen puzles y más secretos que incitan a ser exploradas a fondo y que eliminan el factor aleatorio por un diseño personalísimo, y que para colmo, pueden recorrerse en modo sigiloso, sorprendentemente bien resuelto. Esto lo convierte en un juego practicamente perfecto.
Sin embargo no es esa la mayor virtud de 'Persona 5', sino la capacidad de convertir la aventura de su protagonista y sus amigos en una segunda vida para el jugador, una en la que este desea sumergirse y evadirse de hipotecas, exámenes, trabajo o falta de él, etc... Cuando lo juegas no estás disfrutando de un videojuego: estás viviendo una vida paralela en compañía de Ryuji, Ann, Morgana -que para colmo, es un gato- y demás simpáticos y fantásticos personajes con los que pasas decenas de exquisitas horas.
Pero los apartados en los que destaca 'Persona 5' no se quedan ahí, ya que hablamos también del juego con mejor diseño artístico del año, y eso admite poca discusión. Desde las escenas in game, pasando por las cinemáticas de estética anime hasta llegar incluso a los menús post combates, es un juego al que se le sale el estilo y la personalidad por las orejas. No es un dechado de virtudes técnicas, pero ni falta que hace cuando lo que pones en pantalla no es sino amor por el videojuego, aderezado de nuevo con una música fantástica del genial Shoji Meguro. 'Persona 5' no va a ser Juego del Año es ningún medio ni gala de premios, pero tampoco le hace falta siendo un juego tan sumamente perfecto.