Encontré 'Hollow Knight' en un contexto en el que Nintendo había enterrado a Samus Aran y 'Castlevania', como su ambientación, era el recuerdo de un pasado romántico. Maltratadas, las dos sagas sobre las que se cimenta el metroidvania se vieron forzadas a abandonar al género que concibieron. Por suerte, el metroidvania está a buen recaudo. La escena independiente ha mimado con esmero a esa maravillosa combinación entre exploración y acción. Y si hay un juego que haya honrado y mejorado el metroidvania en los últimos años, ese es 'Hollow Knight'.
Uno no solo se pierde deleitándose con su sublime apartado artístico, heredero de la iconografía del mejor Tim Burton, sino también en sus laberínticos entornos. Descubrir nuevas rutas depende por completo de la pericia del usuario, que deberá recorrer cada rincón y cartografiarlo en su mente hasta tal punto que, cuando disponga del mapa completo, echarle un vistazo sea innecesario. Tras unas horas de juego, la relación con los escenarios del Reino Olvidado es orgánica; pura simbiosis.
El Reino Olvidado es exigente
'Hollow Knight' no regala nada; todo logro en este desolado y lúgubre mundo es mérito del jugador. Bien para descubrir nuevas rutas, bien para derrotar a tortuosos jefes finales. Es una obra retante y exigente, pero siempre justa. Los movimientos del caballero al que encarnamos son fluidos, por lo que su agilidad nunca constituirá la excusa que clamar cuando la pantalla se funda a negro, señal inequívoca del final de la partida.
Su mayor virtud mecánica es la recuperación de salud mediante los ataques. Team Cherry plantea el golpe con maestría en tanto que sabe cómo recompensar el juego agresivo y veloz. Esa fórmula, con la que más se disfruta de 'Hollow Knight', pasa por acumular una nívea esencia mediante los ataques. Con la cantidad suficiente, el usuario podrá rellenar su salud. Eso invita al juego valiente y a contragolpear constantemente para evitar apuros. Así, uno pierde el miedo a los enemigos, por temibles que sean, y la exigencia de 'Hollow Knight' se siente menos agresiva para los menos duchos.
Pero dedicar una sola línea al apartado artístico sería un insulto. Por brillante que sea su jugabilidad, es innegable que el mayor atractivo de la ópera prima de Team Cherry es su embelesador diseño. Dibujados a mano, los escenarios y personajes que habitan el Reino Olvidado son propios de la mejor fábula de Disney, aunque con ese toque siniestro que caracteriza a filmografía de Tim Burton. Precioso en lo visual, no lo es menos en lo sonoro. Las complejas composiciones musicales de 'Hollow Knight' son todo un deleite para los oídos.
Las partes son espléndidas, pero el todo pasará a la historia del metroidvania. 'Hollow Knight' posee escenarios intrincados, pero brillantemente interconectados. También un apartado audiovisual de belleza abrumadora que le confiere identidad visual propia. Pero, ante todo, es magistral en lo jugable. Team Cherry ha confeccionado una soberbia tela de araña con cada uno de esos argentes hilos. Y, si de mí depende, quisiera quedarme atrapado en ella para siempre.
13ª entrega de los 30 mejores juegos de 2017 en Zonared. Cada día lanzamos un nuevo artículo repasando otro imprescindible de este año.