Pienso en el futuro que se avecina al terreno de las videoconsolas con PlayStation Neo y Xbox Scorpio, y la corriente eléctrica recorre mi espalda a medio camino entre el desconcierto y la curiosidad. PlayStation Meeting, el evento que Sony tiene preparado para dentro de un par de días, también se arraiga en la dualidad, pegando el pistoletazo de salida para un nuevo curso tras la vacaciones, y con la tenebrosa sombra de PlayStation Neo al acecho. Tras cada intuición y pensamiento sobre Neo y Scorpio la conclusión es siempre la misma: las videoconsolas ya no volverán a ser jamás como las conocemos.
Con la inspiración fundada sobre la renovación de hardware en PC, pero sobre todo en el absurdo modelo de evolución de los smartphones, tanto Sony como Microsoft quieren vender más hardware. Es costoso y duro esperar cinco o seis años para renovar hardware, ya que un paso en falso -como es Wii U, por ejemplo- se paga carísimo. Tener la posibilidad de corregir la aproximación a través de remodelaciones de hardware -no sólo de forma-, no es sólo una fuente de ingresos nueva, sino un seguro ante patinazos. Patinazos que en el pasado se han llevado a compañías por delante, como sucedió con Sega en el cambio de milenio. La jugada, a nivel empresarial, parece obvia e inteligente. Pero tenemos cierta tendencia al análisis económico, y también cierta a desoír el interés del usuario.
El hecho es que uno de los puntos álgidos de mantenerse como fiel jugador de videoconsolas estaba, justamente, en la renovación generacional. Sin embargo posibilidad de comprar un hardware que asegura competitividad durante cinco o seis años es que ya es una rémora en el mundo tecnológico. Pero, ¡eh! nuestra rémora. Durante los últimos años muchas de las bondades de jugar en videoconsola se fueron desvaneciendo ante nuestros ojos, y la carrera lleva a una sóla meta: convertir las consolas en ordenadores herméticos poco competitivos y con un software insultantemente caro. Ante esta perspectiva, jugar en ordenador no sólo es la opción más viable, sino también la más inteligente.
La opción inteligente
Si dejamos de lado filias y fobias, fanatismos imbéciles, y pensamos de forma racional, en una lista de pros y contras, el ordenador se ha convertido en la plataforma más interesante de la actualidad. No sólo por sus méritos, sino en buena medida por el demérito de las videoconsolas como competidores. No son palabras, hablamos de un hecho: la comunidad de Steam es ingente, y ha crecido exponencialmente casi sin darnos cuenta.
Este es mi previo PS Meeting, el análisis a vuelapluma de los tiempos modernos de los videojuegos, el próximo lunes, cuando me vuelva a tocar dejar unas líneas en La Zona, os comentaré si mi idea cambia tras las promesas de Sony en Nueva York. El evento tendrá lugar el próximo día 7 de septiembre a las 21:00 (hora peninsular). Lo podéis seguir con nosotros aquí.
Aquí queda la palabra de un converso.