Durante el Nintendo Direct de Sony de la pasada noche (me niego a llamarlo de otra forma) se mostraron dos revisiones de obras más que conocidas y queridas: 'Medievil' y 'Final Fantasy VII'. La premisa de ambos remakes no es otra que aprovechar el tirón de la nostalgia para traer al presente ese recuerdo cariñoso por el que muchos matarían para volver a él. No enarbolaré el discurso tan trasnochado también de que todo lo nostálgico es inherentemente malo y hay que avanzar sin mirar atrás, pero tampoco quiero quedarme en el conformismo acrítico que me brinda este sugerente viaje al pasado, encerrándome en mi burbuja de melancolía. Simplemente me gustaría apreciar cómo en el mismo cuarto de hora se abordaron dos maneras completamente distintas de hacer lo mismo, y cómo una de ellas destaca sobre la otra.
Porque no tienen ni el mismo tono ni la mismo intención el remake que se presenta como si fuera un juego nuevo pero con guiñitos al veterano, y el que lo hace comparando una misma captura entre la versión antigua y la nueva. 'Final Fantasy VII Remake' sería el primero, y 'Medievil' el segundo.
Si tengo que decantarme, lo hago por 'Final Fantasy'. Valoro más el atrevimiento y la renovación, además de que eso no quita que el original siga existiendo; se puede adquirir en casi cualquier plataforma hoy en día. Yo jugué a esta séptima entrega por primera vez en 2015 y me gustó, me pareció que tenía muchas carencias propias de la edad, sobre todo en el guion, pero aun así lo disfruté, y tengo ganas de ver qué hace esta reedición para solventar todo eso. Incluso si finalmente resulta que se dividirá en varios episodios. Es como si fuera a jugar a un título nuevo.
Gráficos y comodidad
Es más, siento que este tipo de remakes son los que más respeto sienten por la obra original, ya que se muestran como algo aparte, y por tanto, no rechazan el inestimable valor que tuvo el primero, aun con sus errores. Otros, como el de 'Medievil', los de 'Spyro' o los de 'Crash Bandicoot', son capitalizadores del recuerdo que se presentan como sustitutivos. Idénticos en todo salvo en los gráficos, que obviamente son muchísimo más vistosos ahora. El mensaje que se transmite es que si son iguales, para qué ibas a jugar al que se ve más viejo y más.
Y sin embargo, he jugado y jugaré a muchos de estos últimos sin haber tocado sus originales. Me pasé 'Ocarina of Time' y 'Majora's Mask' en 3DS, y lo agradecí. Me encantaron, y eran tan cómodos de jugar y tan vistosos que no eché de menos las versiones de N64. 'Shadow of the Colossus' es mi juego favorito de todos los tiempos, y aunque nunca olvidaré aquel portento que ponía a la pobre PS2 al límite de su capacidad, he de admitir que el remake de 2018 tiene una pinta fantástica. 'Dark Souls' es un hiperbólico viaje entre andamios, costuras aquí y allá que incluso tienen su encanto a veces, pero si tengo que elegir hoy en día, prefiero jugar a los 60 fps de la versión remasterizada.
Diferenciamos entonces entre el remake que busca capturar un cierto espíritu inmanente y experimenta con él en otro lenguaje más moderno, y el que se hace por comodidad, que se deja llevar únicamente por esa obsesión renovadora con los gráficos que tanto caracteriza a esta industria; el "si se ve mejor, es mejor" (me dejo más escalas en medio, como los llamados "soft remake" en los que se encuadra 'Persona 5: The Royal', pero no quiero convertir un pequeño texto en una tesis doctoral). No trato de posicionarme en territorio neutral para llegar a conclusiones fofas y vacías. Prefiero mil veces lo primero, pero si algo se vende como un sustitutivo, inevitablemente va a serlo. Por mucho que me duela, hay mucha gente que ha descubierto 'Shadow of the Colossus' gracias al remake y su sistema de control renovado, al que personalmente renunciaré toda mi vida. Pero eso está bien, porque al menos han podido experimentar ahora una de las mayores obras maestras del medio, y no tienen por qué hacerlo exactamente de la misma forma que hice yo para apreciar lo que la hace grande. El mayor mérito que tienen estas revisiones es, al fin y al cabo, volver a traer estos clásicos a la actualidad. El error está en que pretenden que olvidemos esos mismos clásicos, a veces incluso malinterpretando los detalles sutiles que los hacían especiales, como indicaba Eva Cid en este hilo sobre 'Halo: The Master Chief Collection'. Pero, de nuevo, me alegró ver que la obra de Fumito Ueda volvió a ser tema candente de conversación.
No invalidar el pasado
Hace poco jugué a 'Metroid: Zero Mission' y me ayudó a tener una postura más clara al respecto de todo esto. Es un remake del primer 'Metroid' de todos, el de NES, y al principio parecen idénticos, pero según avanzas va añadiendo nuevas cosas y trastocando otras. Introduce elementos de entregas posteriores como 'Super Metroid' y alguna que otra idea propia, pero mantiene los cimientos de la incursión original de Samus en Zebes. No tengo intención de jugar a aquel título más de 10 minutos; es obtuso, incómodo y tremendamente aburrido. Si 'Zero Mission' fuera exactamente igual pero con gráficos renovados, tampoco duraría mucho en él. No obstante, si no existieran 'Ocarina of Time 3D' y 'Majora's Mask 3D', seguramente sí que hubiera jugado a los de N64, y me habrían gustado igual. No tengo la sensación de haberme perdido algo, pero tampoco de haberlo ganado. Con el remake de 'Shadow of the Colossus' me pasa lo mismo, pero al revés: no lo he jugado, y de momento no es ni de lejos una prioridad.
Lo que quiero decir es que, a veces, confundimos renovación con comodidad, como si esa fuera la única razón para traer algo al presente. Jugamos a los sustitutivos porque están más a mano, y por lo tanto son más digeribles. 'Zero Mission' no solo era más cómodo, también reinterpretaba casi por completo el ritmo y la progresión del original de manera tan genial que me lo pasé casi de una sentada. Después empecé a jugar al original de NES por curiosidad científica, por ver cómo había cambiado. No me engatusó por mucho, pero al menos me había empujado a ello y fue bonito experimentar ese choque generacional. Aunque lo jugué como sustitutivo, no me hizo invalidar la importancia del pasado, como si hace el otro tipo de remakes. Estoy bastante seguro de que, si llego a jugar al remake de 'Medievil', no me va a apetecer tanto revisitar el de PS1. Igual que después de 'Ocarina of Time 3D' ni me he planteado tocar el original.
Cuando salga 'Final Fantasy VII Remake', si es que ese día llega, se generará una gran conversación en torno a los cambios que ha hecho. Muchos apoyarán los nuevos enfoques, otros reivindicaran ciertas ideas del primero que se han perdido; en general, tendrá lugar un debate que, espero, sea enriquecedor. Salga bien parado o no en cuanto a críticas, al menos nos llevamos eso: indagar más en qué hacía a 'Final Fantasy VII' ser ese clásico recordado por siempre. Creo que ese es el mejor homenaje que puede rendir un remake.