El 17 de Enero 2018 | 09:12
En los últimos años no pasa una semana sin que recibamos una noticia del impacto que está teniendo la lucha del feminismo o de los colectivos LGTBI en la cultura popular. Televisión y cine no están exentos de representar adecuadamente un cambio social que sin duda está teniendo lugar en la era moderna con mayor fuerza que nunca. En estos medios tenemos ejemplos actuales de la correcta representación de la identidad sexual, la igualdad de géneros y el empoderamiento de la mujer como protagonista de historias en las que hasta no hace mucho quedaba relegada a un papel secundario. Pero hay un tipo de identidad sexual muy concreta que no consigo ver representada de una forma interesante a menudo, la asexual.
En mis 25 años de vida no me he preguntado cuál es mi identidad sexual porque siempre me ha interesado entre poco y nada, por tanto supongo que la etiqueta que mejor me definiría de tener que ponerme una para que la gente pudiera verme por la calle sin miedo a no saber qué soy sería la de asexual. No lo sé. Tampoco me importa. El caso es que sí sé que hay mucha gente que se define como asexual y por suerte reciben mucho menos acoso o incomprensión que personas LGTBIQ+ o pertenecientes a colectivos con problemas similares. Aún así nunca me he atrevido a decir publicamente que tengo nulo interés sexual por hombres y mujeres, creo que más por la pereza que me daría intentar convencer a mis allegados de que es una cosa con la que se puede vivir que por una posible vergüenza (al fin y al cabo lo estoy contando aquí, públicamente, por primera vez y delante de gente que no conozco de nada).
Asexuales en los guiones
Cuento esto porque recientemente he visto dos series muy diferentes (PERO QUE MUY DIFERENTES) donde se ha tratado el tema de la asexualidad de dos formas que, bajo mi punto de vista, considero ejemplos perfectos de cómo hacerlo rematadamente mal y cómo hacerlo perfecto. Hablo de la serie español 'La que se avecina' de los hermanos Alberto y Laura Caballero y emitida en Telecinco, siendo de las más vistas en la televisión de nuestro país en los últimos años; y de 'Bojack Horseman', la exitosa dramedia de Netflix que es capaz de tumbarte emocionalmente con un par de capítulos a poco que te pille en un momento vital complicado.
Si seguís ambas series asiduamente (se puede, yo lo hago y me arrepiento lo justo) ya habéis localizado los momentos concretos de los que quiero hablar. Comencemos por cómo considero que se trata MAL la asexualidad en una serie. 'La que se avecina' es una comedia, puede hacerte gracia o no pero ese es su género. Esto le permite tener personajes que son abiertamente fascistas, homófobos, racistas, manipuladores, machistas y tener un sinfín de taras más pero siempre cuenta con el recurso de la comedia para que bajo esos comportamientos subyazca un mensaje de crítica, hacer que al personaje que posee esas cualidades acabe siempre perjudicado o que las cosas le vayan habitualmente mal es una forma poco sutil pero efectiva de aprovechar la comedia que hay en el lado más despreciable del humano moderno y de paso condenar el comportamiento en cuestión.
En el segundo episodio de la décima temporada de la serie de los Caballero -titulado 'Una asexual, unas amiguis y un fantasma goloso'- Enrique Pastor, interpretado por el mítico José Luis Gil, decide renunciar a los desengaños amorosos que le han llevado a vincular el sexo con la infelicidad y se apunta a una asociación de asexuales con la idea de que le ayuden a dejar de guiarse por lo que tiene entre las piernas para tomar decisiones vitales. En esa asociación Pastor conoce a Camila (Laura Castrillón) una mujer con la que pretende entablar su primera relación hombre-mujer sin posibilidad de acabar en la cama (llamar a esto relación asexual y no sencillamente amistad es el primer síntoma de que todo va a acabar en desastre). El caso es que la trama avanza y Antonio Recio, interpretado por otro reputado actor del teatro y la televisión, Jordi Sánchez, decide boicotear esa pantomima que es para él -adicto a todo tipo de perversiones sexuales de dominación y machista redomado (sin que ambas cosas tengan necesariamente relación)- todo eso de la asexualidad.
Más detalles de cómo evoluciona este episodio son innecesarios, lo importante es que al final Antonio Recio acude a una reunión de la asociación, le confiesa a Camila que despierta en él un deseo sexual muy fuerte y esta se le echa encima en el baño alegando a una recaída, como si la asexualidad requiriera de algún tipo de esfuerzo porque no se concibe como algo natural en esta trama. Tras eso el presidente de la asociación los pilla en el baño y todo desemboca en una bacanal entre los asistentes a la reunión, rematando con el mencionado presidente diciendo "es que tengo micropene" cuando una mujer se le echa encima. Estos deja dos mensajes realmente nocivos y dignos de una de las series más retrógradas de la televisión española (por muchos episodios de yayos youtuber que hagan): Primero, si eres asexual es porque eres feo, gorda, la tienes pequeña o derivados, no se concibe que alguien que cumpla con los estándares de belleza que tanto gustan en televisión pueda decidir que no tiene necesidades sexuales. Y segundo, se ha tratado el tema de la asexualidad como algo digno de bichos raros que en el fondo son depredadores sexuales y pondrían a cuatro patas a la primera persona que se cruzaran por la calle en un mal día. Igual soy yo que he perdido el sentido del humor, pero estoy seguro de que esto se podría haber hecho mil veces mejor y con algún mensaje de fondo. En todo el episodio se dice una vez "respeta la identidad sexual de las personas" y no podría sonar más falso y forzado.
Pasemos a lo que personalmente considero que es un buen personaje asexual, Todd de 'Bojack Horseman'. Aquí tengo poquísimo que decir porque la serie es fácil que la hayáis visto todos varias veces y el momento en el que Todd se da cuenta de que asexual sería la etiqueta que mejor definiría su identidad sexual es uno de los mejores momentos de la televisión moderna para un servidor. Sobre esto se ha escrito mucho, pero nunca es suficiente.
En el episodio 12 de la tercera temporada -titulado 'Ha ido bien' en España- el personaje de Emily, amiga de Todd desde la infancia, decide averiguar de una vez por qué el chico del que lleva tanto tiempo enamorado le esquiva cuando intenta llevar su relación de algo más que amistad al campo sexual. Finalmente Todd acaba dilucidando que no siente ese interés y que, de hecho, no se siente cómodo con la idea de acostarse con alguien. No conoce lo que significa ser asexual y de primeras el término no le agrada, pero finalmente acaba entendiendo que su identidad sexual se define a la perfección con se término.
Lo que se hace aquí de maravilla no es la forma en la que Todd descubre y acepta su identidad sexual, si no cómo se lo toman personajes como Emily e incluso Bojack. La amiga de Todd acepta desde el segundo cero la condición del chico y no lo fuerza a absolutamente nada, de hecho lo apoya sin que medie duda alguna. Más impactante es la aceptación inmediata de Bojack, un personaje egoísta y egocéntrico que menosprecia a Todd cada minuto que pasa junto a él como mecanismo de defensa para no admitir que no puede perderse y quedarse solo. Cuanto este le revela su condición de asexual Bojack lo apoya de forma instantánea, como entendiendo que es lo más serio que le ha contado nunca una de las personas más importantes de su vida. Tiene valor doble el apoyo de Bojack por su condición de estrella de la televisión adicta al sexo y ególatra supremo.
Varios millones de veces mejor que yo habla de esto Nico W. en Mary Sue en el texto BoJack Horseman Delivers the Asexual Representation We Need. No alargare, por tanto, la turra.
No sé si realmente estamos ante la peor y la mejor representación de la asexualidad en una narrativa, pero por eso recurro a la sección de opinión de Zonared, para dejar mi granito de arena sobre este asunto que lleva unas semanas comiéndome por dentro.