'Juego de Tronos': Por qué no queremos que Jon reine y Daenerys sea consorte

JUEGO DE TRONOS

'Juego de Tronos': Por qué no queremos que Jon reine y Daenerys sea consorte

Por Maribel Baena

El 8 de Agosto 2018 | 08:59

La serie merece un final mucho mejor, no a Daenerys siendo consorte del rey.

Un artista llamado Raymondwaskita en Instagram ha generado una inmensa polémica tras una de sus últimas obras. Este dibujo en cuestión, que os dejaremos a continuación, es un fan art de 'Juego de Tronos' que nos habla de uno de los posibles finales, y ha sido duramente criticado por su contenido machista. Al mismo tiempo, ha habido muchos seguidores de la serie que lo han alabado, aduciendo que no ven nada machista en él. Pero lo cierto es que sí, su contenido es machista, y no hay más que echar un vistazo al dibujo para comprobarlo.

En este artículo no quiero entrar a criticar la calidad del dibujo, o las obras del autor en cuestión, puesto que es innegable que estamos ante una obra increíble; los detalles, la técnica, y el fan art al completo merecen todo el prestigio que se le quiera dar. Solo voy a hacer referencia al contenido, y a por qué tanta gente está señalando machismo en este. Dicho esto, ¡continuemos!

Podemos ver en la imagen uno de los posibles finales de 'Juego de Tronos': Jon y Daenerys consiguen vencer tanto a los caminantes blancos como a Cersei, se hacen con el Trono de Hierro, nombran a Tyrion Mano del Rey e instauran un próspero gobierno. ¡Y tienen bebés! La maldición que encadenaba a Daenerys a ser esteril toda su vida se rompe, y puede tener hijos con Jon. Hasta aquí, y siéndoos totalmente sincera, el final me convence por completo. Los dos merecen un final feliz, y desde prácticamente el principio de la serie esperé que fuera precisamente este. Entonces, ¿cuál es el problema? Sencillo: ¿por qué quien se sienta en el Trono es Jon, y no Daenerys?

Ella sí merece el Trono de Hierro, él no

Jon nunca ha querido reinar, ni gobernar. No ha sido su ambición, no lo ha buscado jamás; no lo quiso en el Norte, y no hay absolutamente nada que nos pueda hacer pensar que quiere ser el Rey de Poniente. Sin embargo, Daenerys siempre ha querido hacerse con el Trono de Hierro, reinstaurando la dinastía Targaryen que un usurpador al Trono derrocó, y demostrando que su apellido es sinónimo de justicia y buen hacer. ¿Por qué ella tiene que mantenerse a un lado, mientras que Jon reina? ¿Por qué este dibujo la posiciona como consorte del Rey en lugar de como Reina?

Ese es el problema fundamental de esta imagen, que la distribución de sus personajes no se corresponde con el final que los seguidores de 'Juego de Tronos' merecemos. Quién sabe si forma involuntaria, o con plena consciencia de ello, el autor del dibujo ha decidido que Daenerys, por ser mujer, debe mantenerse al margen y dejar que Jon reine.

No es un final a la altura de la serie

En Twitter se ha intentado justificar la imagen señalando que todo esto se corresponde con el contexto en el que se sitúa 'Juego de Tronos': en la Edad Media, las mujeres no reinaban. Pero, ¿realmente podemos usar el contexto histórico para justificar el machismo de una serie? Es decir, estamos hablado de una serie en la que hay dragones y zombis, ¿qué tiene eso de rigor histórico? Es fantasía medieval, no historia del medievo. A esto hay que sumarle el hecho de que Poniente ya ha tenido una Reina, Cersei Lannister. ¿Qué les impediría tener otra?

La queja con respecto a este fan art, como he señalado, es más de contenido que de técnica. Los fans de 'Juego de Tronos' merecemos un final a la altura de la serie, uno en el que la figura de la mujer termine de empoderarse y demuestre que es totalmente capaz de reinar, tal y como lo haría cualquier hombre. Y, seamos realistas... ¿Jon Nieve como rey? ¿De verdad querría él eso, cuando ha demostrado que el poder no es algo que le atraiga en absoluto? ¡Dejémosla reinar a ella!

Tendremos que esperar aún al año que viene para ver quién consigue el Trono de Hierro. Quizás nos sorprenden a todos y es Arya la que dirige Poniente a partir de ahora, ¡quién sabe!

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