El 30 de Agosto 2016 | 18:11
Cuando el año pasado salió a la venta 'The Order: 1886', trajo brevemente un debate respecto a su duración: cinco o seis horas de juego y sin multijugador. Pero ahí entraba en la ecuación que era un juego premium, de 60 euros nuevo en la tienda con su caja y demás, lo que agravó mucho las críticas contra él.
Es comprensible la queja de los usuarios, porque de la misma forma que a los creadores les cuesta años de trabajo crear un juegos, a nosotros, trabajadores, también nos cuesta ganar dinero para comprar un juego. Algo parecido le pasó a 'Quantum Break', y mucha gente vaticinó que era el fin de este tipo de propuestas lineales .
Los indies también los quieren corto
Pero esta queja parece que solamente se aplica a las grandes producciones y sus excesos, pero creo también se puede aplicar a los denominados indies. A principios de año dije que uno de mis más esperados era 'Firewatch', y sabía que tipo de género era: un waking simulator (porque me niego a llamar de otra forma a juegos cuya única dificultad es andar en ambientes controlados y guionizados) con conversaciones y un precioso apartado de colores otoñales. Pero por ahora no me he animado a comprarlo por la misma razón que no compraría 'The Order 1886': no creo que el precio compense el tiempo que voy a sacar de él, porque no creo que cuatro horas de conversaciones en el bosque justifiquen los 20 euros que piden por él de ninguna manera. Prefiero esperar a una rebaja muy notable. Y hay quien defiende ésto diciendo "no pagas por un juego, pagas por una experiencia", e incluso si es así, no creo que una experiencia corta merezca tanto dinero.
Pero no digo que no haya que comprar nunca un juego que sea corto en su naturaleza, porque a veces están bastante bien planteados. Un ejemplo perfecto de juego que entiende lo poco que dura su juego y pone un precio acorde con ellos es la serie 'Gunman Clive'. Juegos que como mucho duran una hora y media terminarlo de principio a fin con un personaje, con un buen diseño de niveles y los personajes adicionales que no cambian mucho, pero al menos Hörberg Productionsno tiene la valentía de pedir siete euros por cada uno de ellos, como mucho 3 euros en Nintendo 3DS, lo que hace la escasa duración mucho más llevadera.
La rejugabilidad parece ya un mito de antaño
Ante todo, noto que se ha perdido un concepto llamado rejugabilidad, que es el arte de hacer que quieras pasarte un juego una y otra vez. Hay quienes la justifican con tres modos de dificultad o trofeos y logros, pero este es el camino facil.
Entre mis juegos más jugados de Steam tengo 'The Binding of Isaac: Rebirth' con unas ochenta horas, treinta a 'Stardew Valley', unas veinticinco a 'Dungeons of Dredmor', y unas veinticuatro a 'Risk of Rain'. Claro que, muchos de ellos beben de ser del género roguelike y juegan con trampa, y 'Stardew Valley' está pensado para durar decenas de horas. Son juegos por los que me alegro de haber pagado y he disfrutado mucho porque conocen sus límites y saben que es mejor acceder a un mayor público con el precio reducido que les permite tener beneficios a largo plazo, antes que quedarse reducido a unos pocos usuarios y aceptar una rebaja permanente dentro de unos años mientras se quejan de que no venden.
Estoy seguro de que más gente estaría dispuesto a pagar por esas "experiencias zen" (cualquier walking simulator que sólo dé para jugarlo una vez y dure dos horas) o "cinematográficas" ('The Order: 1886') o que "son como una serie de televisión" ('Quantum Break'), y de que nunca debimos permitir que esos guionistas y directores de Hollywood rebotados hiciesen sus estudios de videojuegos para "transmitir". Mi analista fetiche, ZhugeEx, comentó que esos juegos no tienen futuro y comparte lo que reclamo en este artículo: que los juegos tengan un precio acorde con el tiempo de juego que ofrecen al jugador, que ya la gente no está dispuesta a pagar 60€ por un juego de campaña de siete horas de las cuales dos y media son cinemáticas, o los que yo digo de 20€ por cuatro horas de conversaciones más scripteadas que un nivel de 'Uncharted'. Quizás así se animen más los jugadores incluso a comprar consolas al ver que hay juegos baratos que no piden una décima parte de un Salario Mínimo Interprofesional. Al menos a Steam le ha ido bien con las rebajas y ha resucitado el juego en PC que parecía estar destinado a ser un nicho hace ocho años.