El 14 de Noviembre 2017 | 13:00
El único juego necesario de cuantos he jugado durante 2017. Esa es la aseveración breve y concisa con la que definiría 'Hellblade: Senua's Sacrifice' si alguien me preguntara mi opinión sobre el último trabajo de Ninja Theory.
Se te mete en la cabeza
Soy absolutamente consciente de que hay más de una decena de lanzamientos publicados en 2017 que superan a esta obra en cuestiones de acabado técnico, contenido, duración, diversión e incluso narrativa (te miro a ti, 'What Remains of Edith Finch'); pero a pesar de todo y al final del día, sigo pensando que durante estos 11 meses ningún juego ha conseguido que tenga que dejar de jugar por sentir una presión en el pecho de esas que sufres cuando la vida te supera. Tampoco recuerdo haber acabado ninguna historia con la necesidad de contener las lágrimas o sintiendo la más profunda de las admiraciones por los valientes que hay en los títulos de crédito.
Palidecen las críticas sobre el sobrio sistema de combate ante la valentía de un estudio que ha decidido hacer exactamente lo que quería hacer obviando cualquier tipo de moda en el género (si es que hay género que defina a 'Hellblade') o cualquier baremo que la industria use actualmente para medir el éxito. Es necesario ser conscientes que 'Hellblade' es heredero del denostado 'Heavenly Sword', una obra que hace 10 años ya tanteaba la representación de algunos sentimientos similares a los que atormentan a Senua en esta secuela espiritual. Kai, la hermana de la protagonista, Nariko, ya sufría de trastornos psicológicos producidos por un trauma vivido en su infancia.
Igual de necesario es ver que tras la fachada de Hack n' Slash se esconde un documental abstracto sobre la psicosis, una representación bastante fiel (como afirman quienes padecen de estos trastornos) de lo que se siente cuando tus funciones cerebrales no funcionan como deberían, cuando te atormentan voces de seres que no existen o ves como se derriten las paredes de una habitación.
Ayudan a la representación de este mundo de pesadillas una dirección artística increíble y la decisión de aprovechar la poco explorada ambientación nórdica para ambientar el juego. Usar un hecho histórico como la locura que padecían los supervivientes de las poblaciones arrasadas por los vikingos para contar un problema que es cientos de años después un tabú en la sociedad, es sencillamente la decisión narrativa más brillante de los últimos años.
Y no hablemos ya de lo que consigue el sonido binaural en 'Hellblade', pues esa tecnología convierte la experiencia en el mejor juego de terror de 2017. Porque los alaridos de los Baker en 'Resident Evil VII' o las criaturas infernales de 'Outlast II' nunca tuvieron ninguna oportunidad frente a los demonios que pueden nacer cualquier día dentro de nosotros para quedarse a vivir en nuestro cráneo de forma permanente. Jugar con auriculares a 'Hellblade' es una experiencia que podría hacer llorar a cualquier persona que haya vivido de cerca la psicosis en amigos o familiares.
Cierro volviendo al comienzo del texto. Nada tiene que hacer 'Hellblade' frente a los 'Mario', 'Zelda', 'Assassin's Creed' y derivados del medio, pero al final del día, al final del año, siento que 'Hellblade' es el único juego que puedo definir como necesario. Puedo concebir un 2017 sin los 10 primeros juegos que aparezcan en vuestras listas de mejores lanzamientos del año, pero no puedo concebirlo sin lo que 'Hellblade' es capaz de aportar.
2ª entrega de los 30 mejores juegos de 2017 en Zonared. Cada día lanzamos un nuevo artículo repasando otro imprescindible de este año.