El 25 de Octubre 2018 | 19:41
El pasado 13 de octubre -ayer en nuestro territorio-, el primer 'Dead Space' cumplía 10 años desde su lanzamiento en PS3, Xbox 360 y PC. Sin embargo, demasiada poca gente lo ha recordado y celebrado como merecía. Y ya no te digo Electronic Arts, que tiene la saga completamente olvidada incluso desde antes del cierre de Visceral Games. Por todo eso y mucho más, creo que hoy tengo que aprovechar mi artículo de opinión semanal para rendir homenaje a uno de los grandes de la pasada generación. Aquel que cogió lo mejor del Survival Horror y de 'Resident Evil 4'. Aquel que lo envolvió todo bajo unos valores de producción espectaculares. También aquel que consiguió transmitir tanto con su historia y ambientación. En definitiva, aquel en el cual tus gritos -en el espacio- no podían ser escuchados...
La mítica Ishimura
De hecho, lo que más me gustaba de aquel genial Survival Horror (con grandes toques de acción pero también con buenos puzles y dosis de exploración) era el hecho de que bebía de las mejores fuentes posibles. Tenía todo lo bueno de 'Resident Evil 4', pero se desmarcaba, precisamente, de aquello que algunos criticaron: acción en exceso. Aquí también la había, y al fin y al cabo son los derroteros por los cuales optó finalmente la saga, pero no descuidaba elementos que el género había perdido, tales como la escasez de munición, la tensión constante, la oscuridad o, por supuesto, los buenos puzles y la exploración no siempre lineal. Y de todos los juegos de la saga -aunque el 2 sea mi favorito-, este es el que más miedo daba. De alguna manera, esa nave Ishimura era como la nave comercial Nostromo de 'Alien: El Octavo Pasajero'. Solo que cambiando aquella bestia gigantesca por los igualmente geniales Necromorfos.
Lo cual me conduce a recordar otro de los aspectos más inmersivos de la aventura: su protagonista. En la entrega original no soltaba palabra por la boca, pero pocas veces has visto un personaje tan carismático desde esa óptica silenciosa. Lo cual fue posible gracias al hecho de que el argumento acompañaba en ese sentido: nosotros éramos un simple ingeniero. Isaac Clarke -porque así se llamaba nuestro "héroe"- no estaba acostumbrado a luchar, y mucho menos a empuñar un arma. Pero, lógicamente, nos veríamos obligados a forzar esta situación ante la desesperante soledad de la nave Ishimura y la terrible compañía de los temibles Necromorfos. La torpeza del personaje así como su incredulidad ante lo que sucedía se transmitía muy bien al jugador, tanto por lo jugable (y su dificultad), como por lo puramente narrativo (esa respiración acelerada...).
Además, si de algo puede presumir 'Dead Space' como marca (ya no digo como saga) es, precisamente, de haber creado un mundo de ciencia ficción potente. El argumento, tanto de esta entrega como de la trilogía, es fantástico. Con sorpresas, traiciones, giros de guión y demás. Pero, sobre todo, da lugar a un lore que no se acaba. El origen de los Necromorfos, la intrigante Efigie que parece ligar todos los cabos. Todo se cuenta muy bien a través de los múltiples archivos que encontramos en el juego, aunque queda todavía más demostrado ante el hecho de que detrás de la saga han venido libros, serie de animación, spin off varios...
Isaac ha envejecido bien
En definitiva, invito a todo el mundo a rejugar -o descubrir por primera vez- este maravilloso título. Es uno de los pocos juegos de la generación anterior de consolas que puede presumir de mantener un equilibrio casi perfecto entre la acción y la exploración. O entre el terror de verdad y la simple tensión. Y además ha envejecido realmente bien. Es verdad que al primero se le notan más los años, ya que el salto con 'Dead Space 2' fue más que notable. Pero a nivel artístico, sigo pensando que el juego original es un derroche de imaginación tremendo. Pasen los años que pasen, 'Dead Space' se ha convertido por méritos propios en una saga de culto. No dejemos que la Efigie caiga en el olvido... Aunque las consecuencias pueden ser graves para la humanidad, claro está.