El 30 de Agosto 2017 | 00:13
Aviso: este artículo puede contener spoilers de 'Juego de Tronos'.
La séptima temporada de 'Juego de Tronos' ha despertado mucha polémica entre los seguidores. Hay quien ha llegado a señalar que, comparada con las anteriores, esta es totalmente diferente y no merece la pena. Estamos ante una trama que mantiene las conversaciones intrincadas, las traiciones, las pasiones... Pero que, además, ya comienza a tener acciones mucho más rápidas.
Por ejemplo, los dos últimos capítulos han sido hasta vertiginosos. Hemos vivido muertes muy impactantes, cambios de bando (o lo que podrían parecer cambios de bando), reuniones en las que todo Poniente estaba presente. Como bien dijo mi compañera Sara Menéndez, todos en 'Juego de Tronos' acaban conectados: "No importa lo al norte o sur que vivas, o de qué islas provengas, siempre acabarás habiendo tenido alguna rencilla con El Perro, quedando boquiabierto con Brienne, estando en la lista de Arya o habiendo sido compañero de juergas de Tyrion".
'Juego de Tronos' lleva seis temporadas preparándonos para que el invierno llegase y, finalmente, ha llegado. Ya no estamos esperando la acción, sino que la estamos viviendo. Y esto, por supuesto, supone un cambio muy grande. Porque ya no estamos deseando que Jon Nieve y Daenerys Targaryen se encuentren, sino que hemos visto cómo se acostaban. No esperamos, impacientes, conocer el verdadero nombre de Jon, sino que sabemos que se llama Aegon Targaryen, y que es el legítimo heredero del Trono de Hierro. Llevamos seis años esperando para esto, para que, finalmente, los Caminantes Blancos derriben el Muro. Y ya lo han hecho.
Hasta ahora, 'Juego de Tronos' ha ido sentando las bases de una trama que, poco a poco, ha ido cogiendo forma. Una forma que ya tiene. Estábamos preparando el tablero de ajedrez para una gran batalla final que, por fin, estamos pudiendo disfrutar. Pero ahora, justo ahora, hay quien cree que la serie ha decaído. ¡Y nada más lejos de la realidad!
La serie no ha decaído, no ha perdido nada, sino que ha empezado a coger ritmo. Un ritmo mucho más rápido, donde las situaciones se van viviendo más seguidas una detrás de otra; no obstante, pese a todo, continuamos teniendo esos momentos tan propios de 'Juego de Tronos', como la última charla entre Cersei Lannister y su hermano pequeño. Momentos de relativa pausa donde realmente se va gestando la historia principal. Porque es en los salones y en las pequeñas reuniones donde la guerra cobra forma.
No hemos perdido la esencia de la serie
Durante esta temporada, todos esos encuentros y reencuentros que llevamos años esperando se han ido dando. Y quizás es que lo esperábamos todo de otra manera: quizás queríamos ver a un Jon Nieve mucho más entregado, o quizás queríamos que Arya y Sansa se perdonaran de inmediato; o esperábamos que Tyrion buscara clavarle un puñal en el pecho a su hermana. Sea como sea, lo cierto es que los guionistas han sabido darnos escenas a medida, adaptándose siempre a la esencia de la serie en sí. Conociendo a Tyrion, y aún sabiendo sus ansias de venganza, también sabemos que no será él el que se aventure a un asesinato sin cubrirse las espaldas, por ejemplo.
'Juego de Tronos' ha ganado durante esta séptima temporada, porque ha sabido ir dando respuestas a todo lo que nos preguntábamos. Ha habido errores de guión, sí, y dos bastante importantes: el primero está relacionado con Benjen Stark, y el segundo con su hermano, el fallecido Ned Stark. ¿Cuánto tiempo llevaba Benjen más allá del Muro? ¿Qué estaba haciendo? ¿Ahora sí ha muerto? ¿Por qué un regreso tan precipitado? Para mantener con vida a Jon Nieve tras una situación que no se sostenía por sí misma, sin duda.
Y Ned Stark, el que nosotros considerábamos un ejemplo de nobleza, lealtad, sinceridad... No le dijo a Robert que su hermana se había casado con Rhaegar, que no había sido una violación. Uno de los motivos por los que Baratheon fue a la guerra fue, precisamente, por esa supuesta violación y la posterior muerte de Lyanna. Pero, ¿no hubiera sido distinto si Ned hubiera dicho algo? Aquí hay mucha tela que sacar, sin duda.
Pero la esencia de la serie, esos tejemanejes, esas idas y venidas, continúan. Nuestras expectativas estaban, quizás, demasiado altas, mas la serie está cumpliendo con lo que prometía. ¿Qué creéis vosotros?