El 29 de Octubre 2017 | 20:10
Han pasado ya varios años durante los cuales los fans de la saga 'Gran Turismo' han sufrido viendo cómo se ha visto relegada a un riguroso asiento en segunda fila en el mundo de la velocidad en consolas. Un período en el que la competencia se ha ido abriendo camino con cambios en pro de la espectacularidad, del contenido interactivo y de los desafíos de la comunidad. Es por ello que una nueva entrega sería difícil de enfocar como alternativa a los demás, y lo que ha hecho que 'Gran Turismo Sport' se desmarque de los demás atacando a los puntos fuertes que siempre caracterizaron la saga, pero desviándolo a la vez de su cometido original.
Reconquistando el trono
Todos recordamos los tiempos en los que las máquinas de Sony no conseguían su título de carreras "perfecto" hasta que aparecía una entrega de 'Gran Turismo'. Eran la simulación hecha disco, y momentos como el lanzamiento de la secuela, la edición de PSP o su llegada a PS2 fueron un auténtico "subidón" para la comunidad. Pero pasaban los años, avanzábamos entre generaciones y la saga 'Forza' empezaba a ganar adeptos, entre sus entregas Motorsport hasta los Horizon. Se unía a esta fiesta una renovada versión de 'Need for Speed' que tiraba de adrenalina, pero no preocupaba: no se trataba de simulación. Y entonces llegó una serie amenaza: 'Project CARS', que sí que se centraba en la simulación realista, contando incluso con efectos visuales de alta gama y un planteamiento perfeccionista.
¿Sería el número 13 el maldito? Ese es el lugar que ocupa (respecto al conjunto de entregas hasta la fecha) 'Gran Turismo Sport', que se anunció en aquella Paris Games Week de 2015, un momento en el que los fans tuvieron sensaciones encontradas. Lo que veíamos lucía bien, por supuesto, pero... ¿Sport? ¿Es que íbamos a jugar a un título centrado en coches deportivos? Nada más lejos, era exactamente lo que cabía esperar en pleno auge de los deportes electrónicos: estábamos ante un auténtico "GT eSports". Un título que sabíamos que buscaría explotar la saga en su vertiente online, y no es algo que nos parezca mal (y menos en pleno 2017), pero sí que haría que se perdiese parte de la "magia" de la saga, pues tendría que prescindir de aspectos que resultaban inamovibles (como la IA o las competiciones para alcanzar el podium).
Vamos a probar online
También es cierto que nadie podía imaginarse el alcance que tendría hacer un juego online. Tal vez sólo se tratase de un extenso apartado del título, sin quitar protagonismo a los modos clásicos. Tal vez hiciese falta una suscripción a PlayStation Plus hasta para jugar a algo que no fuese el tutorial. Y todos tenían parte de razón: la filosofía ha cambiado, y ahora nos encontramos de bruces con un título que opta por el juego en línea como baza principal, pero lo hace a cambio de refinar nuestras cualidades al volante gracias a un extenso y duro tutorial que nos pondrá a prueba contando cada segundo que empleamos en hacer una maniobra. ¿Compensa? Puede ser, pero las competiciones online sí que insuflan una vida diferente al título. Y es que seamos sinceros: el mundo (de los juegos) ha cambiado. Los usuarios ahora no piden experiencia estáticas, sino retos diarios o semanales.
Todo el mundo desea que los productos de entretenimiento que adquiere sean un punto de reunión o "servicio", parafraseando a los creadores del exitoso 'PlayerUnknown's Battlegrounds'; un juego que potencie y premie la interacción con otros usuarios, el esfuerzo por entrar cada día a enfrentarse a retos. Un juego en el que dar feedback y ver cómo con cada parche hay cambios o añadidos; algo de lo que quejarse y de lo que alegrarse. Y ese es el papel que trata de asumir 'Gran Turismo Sport', uno que podría haber correspondido a la saga pero que para muchos, podría haber sido un simple complemento de la propuesta para un jugador. La simulación en su vertiente online más perfeccionista en opciones, en contenido e incluso en el apartado técnico. Con esto no queremos hacer ver que intenta ser el 'Overwatch' de la velocidad, sino que trata de funcionar como un juego vivo cada día, en el que se premia ser mejor que el jugador que compite a la vez que tú.
Desde el punto de vista del proyecto, desde luego, es un planteamiento interesante y que cumple su función. Pero saber si la saga va a funcionar adecuadamente y por tanto seguir esta dirección es algo que requerirá tiempo y parsimonia, conocer la respuesta de los usuarios pero, aún más importante, el caso que el equipo desarrollador hace al feedback y la vida que insuflan mediante desafíos, eventos y nuevo contenido de manera periódica. Un producto de estas características requiere como punto principal contar con un apoyo sempiterno de la compañía, pues en el momento en el que se lo abandona, los jugadores empiezan a acusar la repetición de patrones (paradójicamente, también). Los próximos meses serán críticos a la hora de conocer el éxito de la fórmula, pero mientras tanto, vamos a disfrutar de una saga que parecía soterrada y que ha vuelto a la palestra con un juego sólido, llamativo y, sobre todo, volcado en los eSports en un tiempo en el que las competiciones online se han convertido en el deporte multimillonario al que aspiraban desde hacía años.