El 2 de May 2018 | 21:32
Que 'God of War' va a ser uno de los juegos del año, por no decir el GOTY, no coge a nadie desprevenido. Lo cierto es que existen muchos aspectos por los que el juego de Santa Monica puede ser felicitado, pero hoy quiero destacar uno en especial, y es no subirse al carro del mercadeo en la industria de los videojuegos.
Las nuevas aventuras de Kratos en tierras nórdicas se plantean como un juego sin DLCs, sin micropagos, sin loot boxes, sin milongas, sin engaños al jugador, y en conjunto, un producto el cual compras y tienes todo el contenido por el que has pagado.
Volver a la industria de antes
Podría sonar tonto lo que estoy reivindicando hoy, pero no, lo cierto es que cada día más, por desgracia, este tipo de juegos están en decadencia, publicándose productos que son simples fachadas para recolectar dinero del consumidor si quiere vivir la experiencia al completo de un videojuego.
Y no digo que este política sea mala, entiendo que en el caso de los juegos free to play es una práctica necesaria, te ofrezco algo gratis, el cual puedes pagar para mejorar, pero no te ha costado nada poder disfrutar del título original. Lo que es incomprensible es esta nueva manía, sí ya la llamó así porque parece que estamos obligados a aceptarlo, de que una skin, arma, mejora o cualquier aspecto que se les ocurra tengas que pasar por caja para conseguirla.
La pasada semana se hizo público que países como Holanda y Bélgica prohibirían a los estudios de videojuegos este tipo de prácticas por considerarlas como adicción. Por un lado no lo veo mal, por fin alguien que da un golpe sobre la mesa y dice basta. El gran problema es que los afectados van a ser los usuarios de estos países que verán cómo esos juegos no llegarán a sus mercados.
Es impensable creer que las grandes compañías van a dar marcha atrás en esta política porque varios países se han propuesto cortarles las alas. Se limitarán a no publicar en esos territorios ya que los beneficios que consiguen por las cajas de recompensas son mucho mayores que las ventas en varios países europeos.
El camino a seguir
Por ello mi agradecimiento de hoy es a un juego redondo, de una producción exquisita, ya no solo en lo técnico o artístico, sino en el trato que se le ha dado al jugador. La industria del videojuego, por mucho que algunos quieran decir lo contrario, son los usuarios. Si no existiera la comunidad, el mundo del ocio electrónico desaparecería.
Es por ello que hay que aplaudir a compañías que todavía tienen en consideración al jugador y que se muestran respetuosos por aquellos que pagan por juegos completos, y no por abonar 60 euros que al final van a ser escasos para poder completar un título al 100%.
Por ello hoy es un día de agradecer, sí, pero también para reflexionar y pensar que algo se está haciendo mal en los videojuegos cuando los periodista, y en mi caso consumidor, salimos a reivindicar algo que debería ser una normalidad.
Yo por mi parte estoy harto de contenidos descargables, de pagar por nuevas armas, por tener que hacer pay to win para sentirme satisfecho en un videojuego online, o para conseguir completar un juego antes de tiempo por pagar. ¿Dónde queda la artesanía del videojuego? ¿Dónde están esas horas intentando mejorar o entrenando para conseguir derrotar un boss?
No nos engañemos amigos consumidores, no somos víctimas del mercado, somos quienes lo decidimos. Hoy doy las gracias al estudio Santa Monica por devolverme la ilusión por una industria que creía ya mancillada. El dinero será importante, pero como se suele decir, no da la felicidad.