Ha pasado ya un año desde que Nintendo saboreó el éxito en plataformas móviles con el lanzamiento de 'Fire Emblem Heroes'. Sí, existían ya juegos de Nintendo que habían aterrizado con anterioridad, pero todos tenían alguna clase de problema entre medias que no les hizo destacar como deberían. 'Super Mario Run' había despertado la controversia y el descontento entre los jugadores que se negaban a pagar por él; 'Pokémon Go', que ni siquiera fue desarrollado por ellos, tuvo un boom y fue rápidamente olvidado por no saber cuidar a su comunidad.
Me sorprende pensar que aunque hayan pasado más de 365 días sigo jugando 'Fire Emblem Heroes'. Como jugador suelo caer en el ciclo de entrar a probar un free to play, divertirme los primeros días e ir abandonándolo lentamente hasta desinstalarlo por pura pereza. Admito que al principio eso mismo me pasó con este juego. Pero el hecho de que fuera capaz de volver a engancharme y animarme a dedicarle unos minutos todos los días es un logro para Nintendo que podría indicarnos en qué dirección podrían marchar los próximos títulos móviles de la compañía nipona.
Para lo bueno y para lo malo
Pensándolo profundamente creo que son dos las claves principales que han hecho que 'Fire Emblem Heroes' sea lo suficientemente adictivo como para mantenerse como para saber captar jugadores y mantenerlos. La primera de ellas es lo que Nintendo aprendió por la mala recepción de 'Super Mario Run': las microtransacciones funcionan mejor en este mercado, especialmente si es por objetos al azar. La gente quiere no pagar hasta que tengan la elección de dejarse una gran cantidad de dinero por la posibilidad de obtener a su personaje favorito. Es una ilusión de libertad que como redactor no comparto, pero comprendo desde el punto de vista empresarial.
Es la otra clave la que creo que se mantendrá de cara al próximo 'Mario Kart' y otros juegos nintenderos en móviles: el feedback con la comunidad. Me ha sorprendido gratamente la constante recepción de Intelligent Systems sobre cómo funcionaban algunos aspectos del juego, cómo podían ponerle solución y cómo aportaban lo que los fans pedían a través de redes sociales y foros de discusión.
No debería ser una rareza, pero el constante contacto con los fans es algo especial e íntimo por parte de Nintendo en el caso de este juego. A veces se ha vendido de manera muy directa a su público, como cuando introdujo al juego unidades vestidas de novias, eliminando toda discreción en lo relativo a los memes de las llamadas waifus. Pero en el resto de apartados el comportamiento de los desarrolladores, el buen ánimo y el saber que tu opinión como consumidor cuenta ha sido excelso.
Ese es el camino más claro que debe llevar la compañía en sus próximos títulos y que creo que seguirá. Sí, tendremos más gatcha, más objetos aleatorios y más maneras de sacar el dinero a los jugadores, pero también podremos contar con un servicio con el que parece que somos escuchados y se nos trata correctamente. Esa es la Nintendo que quiero ver. Es un camino más positivo que el que llevan otras compañías en plataformas móviles, desde luego.