El 26 de Agosto 2017 | 21:30
Square Enix, tenemos que hablar.
El pasado año diste una alegría a millones de fans con el lanzamiento definitivo de 'Final Fantasy XV', un título por el que la comunidad se desvivía por poder echarle el guante tras una década de espera. Yo mismo fui uno de los que disfrutó de la aventura y lo considero un juego notable; no magnífico, pues tenía ciertos problemas de diseño y la etapa final está carente de cierta libertad lógica, pero de considerable nota de igual manera. Es un título del que la comunidad de fans estamos muy agradecidos de haber tenido. Ahora bien, eso no justifica lo que se está haciendo con la licencia.
Ha pasado la Gamescom y hemos sido sorprendidos no con uno, sino dos anuncios relacionados con el título. El primero es el crossover con Assassin's Creed disponible en el juego durante varios meses, el cual es una declaración clara de publicidad a la saga de Ubisoft; el segundo, un demake para móviles con los personajes principales en formato caricaturitesco. A esto hay que sumar el hecho de que ya existe también otro juego de móviles con el título de 'Final Fantasy XV: A New Empire' y no puedo evitar sentirme algo desbordado.
El problema no es la cantidad
Quizás algunos de mis compañeros que estén leyendo este texto no estén de acuerdo con que haya un exceso de contenido relacionado con la licencia de la décimoquinta entrega de 'Final Fantasy', pero es que no se trata de la cantidad de productos que se puedan hacer; es el propio valor de la marca. El crossover de Assassin's Creed es el más inocente porque es contenido gratuito, pero no deja de ser publicidad descarada que no ha calado del todo en el gran público. Tiene un pase, pero empieza a hacer notar la necesidad de ganar dinero a partir del juego, venderlo como sea. Es algo más que unos simples trajes; es todo un contenido centrado en publicidad pura.
'Final Fantasy XV: Pocket Edition' me cuesta algo más aceptarlo. Por un lado se trata de un juego que llega demasiado pronto, que no nos aporta nada como jugadores; un demake en toda regla que pretende venderse en diferentes episodios y que para mí está claro que no puede llegar a la potencia del juego original. Además está el tema del diseño artístico, el cual son muchos los fans que han marcado como adorable. Personalmente no estoy de acuerdo, pero respeto que se considere bonito.
Estos pueden parecer casos aislados, pequeños, que sólo han tenido la mala suerte de juntarse muy cerca el uno del otro en el tiempo. Pero sumado con el caso de 'Final Fantasy XV: A New Empire' es ya algo que no se pueda ignorar. Este juego de gestión para móviles no sólo no llega a un nivel suficiente de calidad, toma elementos de derecho cuestionable de otros juegos y ha sido acusado de ciertas prácticas infames; es malo. Como, realmente malo. Cuesta creer que Square Enix haya permitido a un estudio como Machine Zone hacer un producto de este nivel con una de sus marcas más importantes sin pasar un nivel de calidad mínimo. Otras compañías son acusadas de ser sobreprotectoras con sus licencias, pero tampoco es permisible esto
Estoy decepcionado más que nada. 'Final Fantasy XV' fue un viaje especial para mí, aunque no lo considere al nivel de otros en la franquicia, y ahora no voy a poder evitar verlo de esta manera: sobreexplotado y vendido al mejor postor con tal de recuperar algo del dinero invertido en diez años de desarrollo. Square, aprecio tus desarrollos, pero por favor, detén esto antes de que lleguemos a algo peor. O, al menos, asegura que la calidad de que si otros desarrolladores toman la licencia pasen un test de calidad mínimo.