El 26 de Octubre 2017 | 13:00
Todos los fans de Mario nos encontramos en una semana tremendamente especial, y es que finalmente mañana se pone a la venta 'Super Mario Odyssey'; un videojuego que a título personal me impulso a lanzarme por una Nintendo Switch. Es por ello que, esta semana, mis compañeros de Zonared y un servidor, nos hemos lanzado con esta serie de artículos personales que repasan algunos de los grandes juegos del "ex fontanero": 'New Super Mario Bros 2' (Maribel Baena), 'Super Mario 64' (José Antonio Rodríguez Gómez) y 'Super Mario Bros.' (Daniel G. Astarloa). Hoy me toca a mí lanzarme a la piscina, y lo hago con 'Super Mario Galaxy', un videojuego que tiene una emotiva carga sentimental en mi caso.
Lo cierto es que no quiero detenerme mucho en hablar sobre lo que es 'Super Mario Galaxy' (también podríamos meter la segunda entrega en la ecuación) o lo que representa para Nintendo, pero es inevitable recordar el impacto que tuvo el juego. Yo era de los que pensaba que después de 'Super Mario 64', nunca volvería a experimentar una sensación similar con un juego de Mario (pese a lo mucho que me gusta 'Super Mario Sunshine', pero 'Super Mario Galaxy' lo consiguió, lanzándonos a conquistar el universo y alcanzar las estrellas de una forma, anteriormente, inimaginable.
Conquistando las estrellas
Todavía recuerdo con gran júbilo la primera vez que me puse a jugar a 'Super Mario Galaxy', con esos diseños increíbles, lo bien aprovechadas que estaban las funcionalidades de Nintendo Wii como el Wii Mote, como jugaba con aspectos novedosos como la gravedad... Personalmente me enamoré rápidamente de la propuesta del juego. Pero, ¿por qué comentaba antes que era un juego importante a nivel personal? Muy sencillo, porque este Mario me permitió experimentar nuevas situaciones personales y recuperar otras que habían quedado enterradas con el paso de los años.
Ya he contado en numerosas ocasiones que, en mi casa, nunca ha faltado una consola de Nintendo; y obviamente Mario era una de las grandes estrellas. Desde bien pequeño he compartido el mando de NES, Super NES y Nintendo 64 (por citar algunas de las primeras) con mi hermano, mi padre, mis tíos y primos; todos nos reuníamos para ayudar a Mario en su afán por salvar a Peach. Por supuesto, por una simple cuestión de edad, en más de una ocasión acababa siendo mi padre o el primo mayor quien te conseguía la estrella de turno que se resistía. En esta línea, especialmente, recuerdo con mucho cariño esas tardes jugando junto a mi padre a 'Super Mario 64'.
Pues bien, 'Super Mario Galaxy' consiguió que mi padre, que hacía años que no tocaba una consola más allá de alguna partida esporádica al 'Mario Kart', algún juego de coches o algún título de minijuegos estilo ' Wii Sports', volviera a sentarse delante de un televisor a jugar con Mario. Aunque en esta ocasión, se cambiaron los papeles y era yo quien le sacaba las castañas del fuego... Y lo mismo ocurría con las nuevas generaciones de la familia, donde mis primos y primas (de corta edad), se morían de ganas de venir a casa y sentarse a jugar con Mario, una estampa en la que yo no podía dejar de verme reflejado, años atrás. Conseguir reunir a tantas generaciones distintas de jugadores es algo que está al alcance de muy pocos, y Mario es uno de ellos.
Gracias a 'Super Mario Galaxy' volví a experimentar una serie de sensaciones y situaciones que no veía desde hacía mucho tiempo. Es por ello que, desde estas líneas, en una semana tan importante para Mario, no he podido dejar pasar la oportunidad de hacerle este pequeño homenaje a una de sus múltiples obras maestras. Ahora solo queda esperar para ir mañana a la tiendo por mi copia de 'Super Mario Odyssey'.