El 19 de Junio 2018 | 11:03
Antes de la celebración del E3 de Los Ángeles os informamos de una noticia que creo que ha pasado demasiado inadvertida para la gravedad del asunto. El hecho en cuestión es una entrevista que realizó el diario francés Le Monde a uno de los fundadores del estudio responsable de 'Tennis World Tour'. Si no conocéis este título, se le suponía el juego que iba a devolver la grandeza a los simuladores de tenis. El título salió a finales del pasado mes de mayo con duras críticas tanto de la prensa como de la comunidad.
Para aclarar esta mala prensa, Alain Falc, cofundador de BigBen Interactive, admitió que el juego se había lanzado al 20% de su desarrollo porque existían acuerdo de marketing que debían cumplir. El desarrollador, ni corto ni perezoso, afirmó que a pesar de esta situación el juego iba a vender medio millón de copias porque ya habían sido adjudicadas a distribuidoras que no podían devolver los excedentes, es decir, que daba igual si lo vendían o no que el estudio iba a cobrar.
Al día siguiente, tras el revuelo causado, desde BigBen España quisieron aclarar que esta información se trataba de una mala interpretación por parte del diario francés y, según Carlos Rosales Director General de la filial española, 'Tennis World Tour' sí se había lanzado terminado al mercado, lo único que el parche que tendría que haber salido el primer día, que se suponía que arreglaba los problemas, se había retrasado.
Respetar al jugador
Lo cierto es que a pesar de estas justificaciones, que ya es tarea de cada uno creerlas o no, han anunciado que el próximo año sacarán una versión mejorada del mismo título, algo que la verdad suena a broma de mal gusto. Yo hoy por hoy no conozco ninguna industria que lancen productos inacabados al mercado, que sí con fallos, y ya no solo no devuelvan el dinero a los consumidores, sino que se sientan orgullosos de sus ventas y, encima, confirmen que van a vender el próximo año el mismo producto pero mejorado.
Hay una cosa que hay que tener clara, la industria de los videojuegos la construyen los jugadores que con su dinero compran los diferentes títulos. Me parece una falta de respeto ofrecer un juego, aunque este terminado, con una serie de problemas que no se han subsanado por falta de tiempo y por compromisos con diversas empresas.
Todo videojuego debe pasar un proceso de QA (garantía de calidad) el cual ofrezca unos mínimos para que el jugador encuentre mínimo lo que se le ha prometido. Esta industria se está convirtiendo cada día más en un mercadeo que va a hacer flaco favor en el futuro. Ya no solo por las continuas polémicas de las cajas de recompensas, que también, sino porque me parece indigno que un estudio afirme sin pelos en la lengua que su videojuego no tiene la calidad que debe pero que a nivel económico no van a tener problemas.
Desde los diferentes frentes que componen el mundo de los videojuegos estamos intentando convencer al mundo de que esta industria es cultura, que puede y debe estar al mismo lado de el cine, la música o la pintura, pero seguimos tirándonos piedras sobre nuestro propio tejado. Es necesaria una reflexión profunda porque estoy seguro que este no es el único caso de la misma índole, y si le fallamos al jugador poco o nada se puede hacer ya.
BigBen Interactive acaba de hacer la peor campaña de marketing que se recuerda desde hace mucho y yo, como consumidor, no volvería a poner mi confianza, es decir mi dinero, en un producto de esta compañía. Si muerdes la mano que te da de comer, al final pasarás hambre.