El 28 de Septiembre 2019 | 12:00
Soy de los que, a la hora de comprar un videojuego, apuesta siempre más por el formato físico que por el digital y, si se da el caso, por hacerme con las ediciones limitadas o coleccionistas, que en estos últimos años parecen haberse convertido en una forma de hacer dinero rápido para muchas empresas a costas de ofrecer contenidos de dudosa calidad.
El último ejemplo, el mismo que ha dado origen a este artículo, son las ediciones del esperado 'The Last of Us Part II' de Naughty Dog, que nos dejaba ver el pasado 24 de septiembre un repertorio de ediciones llamadas a ser las delicias de los fans, de hecho yo mismo, al ver la Ellie Edition, ya estaba pensando en cómo conseguía guardar los 250 euros, que imaginaba sería su precio, desde ahora hasta febrero, y aunque la ilusión me duró unos minutos, hasta que confirmaron que no saldría de territorio estadounidense, seguía pensando en hacerme con la edición más "tocha" que llegase a nuestro mercado.
La figura de la polémica
Tanto la edición exclusiva para el mercado estadounidense como la edición para coleccionistas que se pondrá a la venta en nuestro territorio incluyen una figura de Ellie tocando la guitarra. Una pose ya convertida en icono de la entrega, pero que ha despertado, y con razón, con mucha razón, la crítica de los fans.
Resulta que esa Ellie, la misma que veis bajo estas líneas, es una reproducción de la que podemos ver en el juego, y yo no sé si es que el poder de PlayStation 4 Pro supera a la realidad, pero como reza el dicho, se parece como un huevo a una castaña. Un torpedo en toda la línea de flotación en el que está llamado a ser el gran título de la consola para 2020, del que se presuponía un mimo por el detalle hasta en este tipo de merchandaising, pero se ve que no.
El problema está en que este tipo de acciones no nos debería pillar por sorpresa, y no solo en relación a figuras, que por cierto, Dark Horse, que se encarga de editar el libro de arte, ha publicado otra, esta sí, con una calidad más que decente, y se ha agotado en minutos. Hace ya unos años, cuando se lanzó The Last Guardian, se volvía a repetir la misma historia. La edición especial contaba con una figura del protagonista que parecía haber pasado una mala noche, caso que también se repite con otros títulos como 'The Witcher 3: Wild Hunt', 'Shadow of the Tomb Raider', 'Bravely Default' y un largo etc que podría dar para hacer una disección de como enfadar a aquél al que diriges tu producto.
El tope en este tipo de "experiencias" es cuando nos han intentado colar una edición para coleccionistas como las vistas en 'Mass Effect Andromeda' o 'Battlefield 1', por citar tan solo algunas, en las que se nos ponía delante mucho "fuego artificial" relacionado con el título, y eso esta muy bien, pero nos faltaba precisamente el título para jugar, que teníamos que adquirir de forma independiente. O también los que acompañaban la edición con un bonito código de descarga para que te hicieses con el juego en versión digital.
Yo no sé a vosotros, pero a mi este tipo de actitudes me cabrean bastante, sobre todo si pago un precio bastante elevadito por la edición, como es el caso, y espero cierto "juego limpio" por parte de la empresa que se encarga de ello. Entiendo que el merchandaising propiamente dicho, ese que se vende "por separado", es un filón muy jugoso para todas las partes implicadas en el proceso, pero tampoco deberían olvidar que precisamente es el público el que permite que productos de este estilo tengan su nicho de mercado, y si se les (nos) maltrata, acabará por quedarse en algo más residual de lo que actualmente puede llegar a ser.