El 10 de June 2016 | 20:56
No llevo muchos a mis espaldas, ya que nunca he sido de presenciar eventos de ningún tipo. Es, simplemente, algo que no me llama la atención. Pero una hay una cosa que debo reconocerle al E3: consigue reunir a todos los jugadores alrededor de una poderosa luz que hace que estemos conectados durante varios días. Con cada año que pasa, veo mucho más potencial en reuniones como las del E3 ¿por el negocio? ¿por los anuncios? No, porque es un cónclave donde nos reunimos todos los jugadores para guardar la partida.
Un checkpoint en toda regla
Puede ser difícil de reconocer, pero con el paso del tiempo yo lo veo cada vez más claros. Nuestros caminos se bifurcan cada vez que emprendemos un nuevo viaje, pero siempre hay puntos en común, ya que todos los caminos llevan a Roma. En este caso, todos los caminos llevan al E3.
El potencial que le veo, personalmente, al E3 va más allá de los anuncios de nuevos títulos, de poder catar esos pocos minutos de un juego que nunca termina de llegar o incluso de soltar una lágrima cuando, finalmente, ves que el título que querías sigue adelante y no se han olvidado de él. La preguntas que te tienes que hacer es ¿con quién comentas, ríes o incluso lloras lo que ocurre en el E3? Los videojuegos no dejan de ser una afición, una compartida por muchos, y eventos como el del E3 nos reúnen a todos en un mismo punto para hablar del mismo tema.
Compartimos impresiones, criticamos presentaciones y puede que tengamos algún rifirrafe por defender nuestra postura, pero eso nos lleva a acercarnos a otras personas. Si tuviera que usar un símil videojueguístico diría que el E3 es una hoguera de 'Dark Souls', un sitio donde descansar, compartir y recuperarse de todas las heridas sufridas hasta el momento. Sabemos que el camino que hay ante nosotros nos abrirá viejas heridas y nos hará otras nuevas, pero más adelante habrá otra hoguera donde reposar.
Por esto mismo el E3 es necesario y se debe potenciar y no dejar que se desmantele. Los jugadores nos reunimos en torno a un monitor, en una sala llena de gente o con los amigos para disfrutar de un buen rato compartiendo la misma afición. Lo podemos hacer el resto del año, claro, pero este cónclave reúne a millones y millones de jugadores, momento en el que las propias puertas del mundo se abren para dar a conocer un universo tan interesante como es el del videojuego.