Dicen que 'Doom' corre en todo. Ordenadores, consolas, calculadoras... Es prácticamente una broma de internet lo sorprendente que puede ser el ingenio de la comunidad para hacer cargar uno de los mayores clásicos de la historia del videojuego. Y espero que en su momento suceda lo mismo con su reboot, el cual considero uno de los mejores productos de ID Software en varios años. Sin embargo, todavía quedaba un lugar más que me sorprendiera que podía ser capaz de cargar 'Doom', uno que tras verlo funcionar hasta en tostadoras pensé que jamás volvería a impresionarme: Nintendo Switch.
En el Nintendo Direct de septiembre de 2017 un extraño anuncio tuvo lugar, uno que dejó a más de uno con el culo torcido, incluido este redactor. 'Doom' y 'Wolfenstein II: The New Colossus' llegarán a la híbrida de Nintendo a principios de 2018. He oído voces que dicen que es un anuncio insignificante al tratarse de meros ports, pero debo discrepar. Esto es mucho más que ports.
Nintendo da un paso al frente
No hablo de contenido ni gráficos cuando destaco que se trata de algo más que meros ports. Debemos esperar a que más acerca de ambos títulos sea revelado, como si incluirán algún tipo de extra o incluso se les recortará contenido. No, hablo de lo que significan estos proyectos a varios niveles, de cómo podría afectar el futuro a nuestro medio.
Bethesda de un tiempo a esta parte lleva anunciando algunos ports para Nintendo Switch, toda una sorpresa recordando su relación con la empresa japonesa. 'Skyrim' y 'L.A. Noire' son fantásticos juegos, pero nada innovador por lo que la gente se revolucione. Sin embargo, 'Doom' y 'Wolfentein II: The New Colossus' son algo diferente, son una apuesta por parte de la compañía al ofrecer algo más reciente y que, en el pasado, Nintendo no habría aceptado de buen grado.
No es ningún secreto que a la compañía nipona no es fan de los juegos ultraviolentos, cosa por la que estos dos títulos son tan destacados. Su relación con las third parties ha sido algo convulsa en los últimos años, y hay que sumar la sensación a poca apertura que tiene el público con todo esto. Por eso esta noticia es tan importante: marca el cambio que Nintendo lleva prometiendo, ese lavado de cara por el que tenían que pasar. Bethesda está confiando en ellos y va a ir adelante con ports, sí, pero de juegos que jamás habíamos imaginado en la consola. Es el boom definitivo de una serie de movimientos que ya llevaban con otras compañías.
Nintendo está cambiando para mejor. Está abriéndose al mercado y el público, está mostrando que pueden apostar por juegos actuales sin importar si llegan a cierto nivel de violencia o no. Estos no son ports cualquiera, estos son la prueba material de esta filosofía. Y ya con esto no queda ningún lugar más donde me sorprendan de que se pueda jugar 'Doom'.