El 27 de Octubre 2016 | 22:55
El otro día lancé una pregunta desde mi Twitter personal, para ver qué opinabais. "¿Los buenos lectores captan mejor la narrativa de un videojuego?"
Me alegró descubrir tal disparidad de respuestas. Muchos pensabais que sí, otros que no tenía nada que ver, ya que dependía única y exclusivamente de la atención que pusiera el jugador en la partida.
Si bien me decanto por la opción de que un lector experimentado siempre va a tener más facilidad para leer entre líneas, también me hicisteis pensar, y entendí que la atención es un factor clave a la hora de entender lo que se está desarrollando como telón de fondo en un videojuego.
Aunque ahora, reflexionando, creo que ambas cuestiones van de la mano. Si eres un buen lector, vas a estar atento (de forma inconsciente) a los diferentes detalles que van a aparecer en la partida, y le vas a otorgar la profundidad y la dimensión que requieren.
SPOILER ALERT
Digo esto porque hace una semana, le dediqué un repaso a 'BioShock Infinite', incluidos su DLC: 'Burial at Sea', parte una y dos.
Hay un momento en 'BioShock Infinite' en el que Booker y Elizabeth necesitan saltar entre mundos alternativos para conseguir las armas de Chen Lin, y entregarlas a Daisy Fiztroy, líder de Vox Pópuli, para así poder escapar de Columbia.
En una de esas dimensiones a las que llegan los protagonistas, la revolución de los Vox ha estallado y están atacando Columbia gracias a que el Booker de esa realidad, se convierte en un mártir de la causa de los Vox.
Booker y Elizabeth se dan cuenta de este detalle, porque descubren que, en efecto, los Vox cuentan con las armas de Chen Lin en esa dimensión. Es, entonces, cuando ambos personajes mantienen una conversación acerca del contexto de esa realidad, y Elizabeth hace un comentario (no textual): "Es una revolución, como la de Les Misérables".
Esto puede parecer una tontería, un comentario cualquiera. Pero lo cierto es que esta mención sirve para que el personaje de Elizabeth consiga más profundidad: es una chica que ha estado encerrada toda su vida en una torre y, gracias a este comentario, sabemos no sólo que le gusta leer, sino que nos da información sobre un libro que le gusta: Les Misérables, de Victor Hugo.
En principio, esto, como digo, parece una pincelada más para darle a Elizabeth esa dimensión de chica culta y leída. Y no se vuelve a hablar del tema. No hay más menciones literarias ni más comentarios del estilo.
El detalle
Entonces, llega el detalle que hace que me explote la cabeza. Atención, puede que sea una chorrada como un camión de grande.
Al principio del Episodio 2 de 'Burial At Sea', lo primero que descubrimos es París. El París con el que había soñado Elizabeth, el idílico. Estamos, de alguna forma, metida en la mente de ella. ¿Y qué me encuentro? Con que una de las niñas que están jugando en aquellas callejuelas brillantes, se llama Cosette, como una de las protagonistas de Les Miserables.
Sinceramente, no me había dado cuenta de este detalle. No porque sea peor o mejor lectora, sino porque, tal y como me respondieron por Twitter, no presté atención la primera vez. Esto, evidentemente, no es necesario para entender el personaje de Elizabeth pero, demonios, le da un carácter más sólido.
Cuando escuchas el nombre de Cosette, sabiendo que Les Miserables es uno de los libros que Elizabeth leyó cuando estuvo encerrada, entiendes por qué 'BioShock Infinite' es un juego cuyo diseño está tan alabado.
Digamos que es una forma de decirnos "este París, esta dimensión, es un desgarro creado por Elizabeth. Todo lo que hay, es producto de la idealización de ella". Ergo, ¿cómo no iba a llamarse Cosette una de las niñas de su París ideal?
Por un lado, no es sólo que el personaje de Elizabeth esté tan bien diseñado que pueda sentir que está viva. Es el hecho de que el hilo narrativo del propio personaje, su vida, su trasfondo, sus pensamientos... se hayan mantenido con ella con el paso del tiempo. Es como volver a ver a la Elizabeth pequeña y asustada que encuentras al principio de 'BioShock Infinite'.
"La mente del sujeto luchará desesperadamente para crear recuerdos donde no los hay" R. Lutece.