El 2 de Diciembre 2020 | 16:24
La nueva generación ya está aquí. Una afirmación que, pese a todo, debemos hacer por lo bajo y sin gran seguridad. Y es que la llegada de PlayStation 5 y Xbox Series X|S ha sido tan controvertida como mal funcional. Parece que ni Sony ni Microsoft han conseguido plantear la llegada de las consolas con la suficiente antelación ni preparación para que puedan establecerse en el mercado.
El escenario sobre el que trabajan no es uno precisamente fácil, una pandemia mundial de por medio y el acercamiento de una campaña navideña —la meta de salida para el nuevo hardware— con claros interrogantes bailando sobre ella. Pero, en ese caso, ¿no habría sido más efectivo esperar unos meses más?
Una generación que entra cojeando
Si la llegada de PlayStation 4 y Xbox One es recordada por lo costoso de su arranque, nos encontramos en una situación todavía peor. Ambas consolas han llegado prácticamente a solas, Xbox habiendo perdido su nueva entrega de 'Halo' a causa de su retraso y PS5 confiando en 'Miles Morales' (que también ha contando con sus propias polémicas) y un 'Demon's Souls' que, pese a toda su fortaleza, no deja de ser un remake de una third party.
Por supuesto, esto no lo ha sido todo. Resulta difícil destacar la campaña de preparación para la llegada de estas nuevas consolas, marcadas por la desinformación y la falta de grandes anuncios. La misma Sony protagonizaba el pasado 16 de septiembre un Showcase falto de potencial, que causaba una gran confusión entre sus seguidores y seguidoras, obviaba información relevante sobre el lanzamiento y sus títulos y servía de antesala al caos en el que derivaba su sistema de reservas. Todo esto, por supuesto, sin mencionar la llegada escalonada de la consola a los diferentes países, llenando tiendas de juegos y accesorios para una consola que todavía no había llegado.
Situaciones que han generado una enorme disputa por hacerse con las consolas de nueva generación que, a causa de una gran falta de stock, ha conseguido marcar el "sold out" en escasos minutos. Algo de lo que el mercado de la especulación ha aprovechado con el uso de bots que han logrado agotar el stock de las consolas en cuestión de segundos, revendiendo unidades al doble de su precio original. Un punto sobre el que Sony —quien ha tenido más problemas que su competidora— ya se ha disculpado pero que no ha sido ajeno a Microsoft que, entre otras, ha confundido a sus compradores y compradoras con el nombre de sus sistemas, provocando un aumento del número de Xbox One vendidas.
Cientos de webs caídas (incluida la propia Microsoft Store en el caso de Xbox), un mercado especulativo que se extiende sin límite y un catálogo tan reducido como el stock de las consolas es, por el momento, la entrada de PlayStation 5 y Xbox Series al medio. Un estreno que difícilmente recordaremos por su ilusión pero que, esperamos, solo sea un pequeño tropiezo en el inicio de algo mucho más grande.