El 15 de Abril 2019 | 20:46
No hay necesidad de preámbulos al hablar de Bioware. El estudio canadiense lleva años en una posición especialmente comprometida con sus títulos. Pero no es algo que se limite exclusivamente a su creatividad. Lo cierto es que tienen importantes problemas estructurales y una presión insalubre que ha conseguido que decenas de personas del estudio abandonen su posición tras sufrir problemas de ansiedad y depresión. La lucha contra el crunch en el sector es una que, por el momento, avanza a pasos demasiado pequeños.
Un enorme reportaje de Jason Schreier para Kotaku se encargaba, hace escasos días, de revelar todos los problemas que habían surgido a través del accidentado desarrollo de 'Anthem'. Un texto que revelaba cierto contenido especialmente sensible sobre la caída actual del estudio y sobre el que hablaba en un texto reciente donde se señala la necesidad de pensar en los desarrolladores como personas.
Una publicación que ya intuía ciertos derroteros del estudio y que apuntaban a la posible afectación de otro de los grandes proyectos actuales: 'Dragon Age 4'. Así lo revela Schreier en una nueva publicación, donde habla de cómo ha cambiado el juego desde su inicio y como puede irse a pique siguiendo las normativas de Electronic Arts.
Una franquicia en declive
La realidad de 'Dragon Age' no es una sorpresa. Su segunda entrega se encontraba especialmente lejos de la original. Un producto realizado en poco más de un año que restaba libertad, creatividad y posibilidades al universo que había dibujado BioWare en su anterior entrega para entregar una experiencia sobre raíles con un sabor muy diferente al original.
Lo mismo ocurría con 'Inquisition', que se levantaba con mayor fuerza para convertirse en un sucedáneo extraño de 'Origins' que reconstruía su jugabilidad y apostaba por un mundo abierto repleto de opciones, siguiendo los cánones que dictaba el medio en su lanzamiento. Pero, incluso así, se seguía sintiendo como una resta del total que podría haber sido, liderado por una fuerte narrativa y sustentado por el magnífico lore del que ha alardeado siempre la franquicia.
'Dragon Age 4' apostaba a ser una pieza clave en este desarrollo. Sin embargo los intereses de Electronic Arts como empresa y los de los seguidores de BioWare vuelven a cruzarse en una tangente que, por lo que se intuye, solo beneficia a los primeros. Todo apunta a que los enormes baches que se han encontrado los integrantes del estudio (la salida de Mike Laidlaw, el cambio de enfoque, la necesidad de apoyar a 'Anthem'...) van a convertirse en el triste final de una de las franquicias de rol más aclamadas de los últimos años.
La noticia de que la compañía haya realizado un reboot del juego no es nueva. Pero el hecho de que hayan tirado por suelo todas las ideas que tenía el equipo parece liderar su desarrollo a un agujero negro que podría sellar el fin de lo que representa 'Dragon Age' en su totalidad.
"Todos estábamos de acuerdo en que no podíamos volver a fallar de nuevo; pero esta era una de las mejores experiencias que podíamos crear", comenta una de las fuentes anónimas en la publicación de Kotaku. "Trabajabamos en algo increíble, un juego especialmente interactivo; más pequeño que 'Dragon Age: Inquisition' pero mucho más amplio a nivel de toma de decisiones. También mucho más profundo. Me apena que ese proyecto nunca vea la luz".
La idea ahora está clara. El juego reciclará parte del código de 'Anthem' para evitar otro desarrollo infernal (lo que también apunta a grandes prisas por lanzar el proyecto final), después de haber sufrido numerosos reveses y se desconoce hasta que punto será un producto paralelo a la última experiencia de BioWare. Sin embargo, EA ha dejado clara sus intenciones y piensa convertir la idea original en un juego con fácil acceso a la filosofía del "videojuego como servicio" y los componentes online.
No todo tiene porque ser un hecho totalmente negativo. Quizás el estudio consigue recomponerse y entregarnos una entrega totalmente novedosa, haciendo gala de un sistema multijugador capaz de darle la mano a la experiencia individual que se espera de los títulos de la compañía. Deberemos esperar a saber más sobre la desarrolladora, así como de 'Dragon Age 4', pero por el momento el proyecto parece estar al borde del abismo.