El 23 de Septiembre 2019 | 12:36
Este fin de semana ha sido un fin de semana como otro cualquiera, o bueno, quizás no tanto. Los usuarios de PlayStation 4 descontamos los días para ver el nuevo State of Play que desde Sony nos tienen preparados para este próximo 24 de septiembre a las 22:00 con el cosquilleo en la barriga de poder conocer, por fin, el lanzamiento de 'The Last of Us Part II', que según filtraciones de última hora podría encajarse el 28 de febrero de 2020, un día de Andalucía para el que escribe que sería de especial relevancia, para que negarlo a estas alturas.
Pero a lo que iba, que me voy por las ramas. En estas últimas horas Hideo Kojima, artífice de otro de los títulos que más atención está recibiendo por parte de los usuarios de cara al catálogo más próximo de PlayStation 4, ha querido empezar a entonar el "punto y final" al desarrollo de 'Death Stranding' y, con la mano en el pecho, Kojima, aunque ya te conocemos, habría otras formas de empezar esta carta de "despedida", o de "llegada", según como lo queramos mirar.
A Hideo Kojima Games
No quiero ser pájaro de mal agüero, de hecho el título me despierta la suficiente curiosidad como para probarlo y luego ya hablar largo y tendido sobre él, por eso no me voy a centrar en el proyecto propiamente dicho y sí en cómo se ha llevado, o se está llevando, la gestión del mismo.
Entiendo que Kojima es un nombre con mucho peso en la industria, y entiendo que él mismo quiera hacer valer este peso a la hora de promocionar su primer proyecto en solitario, pero cuidado Kojima, un exceso de "yoísmo" puede aguarte la fiesta, por muy bueno que sea el proyecto que nos pongas en las manos. Si te pasas de frenada la gente acaba cansada y ya no le interesa tu producto, y empezar un mensaje como el que comento con un "A Hideo Kojima Game significa una declaración mía, haciendo concepto, producción, historia original, guión, escenario, diseño del juego, casting, dirección, ajustes de dificultad, promoción, diseño visual, edición, supervisor del merchandising...".
Viendo el mensaje uno puede pensar que, joder, ha dado el salto al indie y todos sin darnos cuenta. Como era de esperar los comentarios sobre el exceso de "yo, para mi, conmigo" no se hicieron esperar y le llegaron desde varios frentes, publicando luego varios tweets en los que agradecía al resto del equipo su participación y lo involucrado que han estado en el proyecto.
Que Kojima tiene un ego considerable no nos resulta nada nuevo a ninguno, o al menos no debería. Lo ha alimentado a base de éxitos, todos ellos merecidos, eso no lo discute nadie, pero cabe recordar que otros con éxitos pasados, cuando se aventuraron en solitario, sufrieron tortazos más que notables, hasta el punto de "expulsarlos" del sector, y ahí a tenemos a Cliff Bleszinski, Peter Molyneux o un compatriota suyo, Itagaki, probablemente el más egocéntrico de todos los nombrados, disputando el puesto con Molyneux, ¿Dónde andarán ahora?
Este tipo de movimientos me recuerda a lo que ocurre en el mundo cinematográfico. Cuando se estrena una película en la que en el puesto de director llega firmado por algún nombre con tirón mediático no tardamos ni un segundo en recordarlo y hacer campaña, y hasta cierto punto es lógico a nivel de distribución y presencia en medios. Aquí entono el "mea culpa" cada vez que redacto algo de corte similar, pero por otro lado, soy una de esas pequeñas piezas de un engranaje más grande, refiriéndome al mundo del cine, que hace que una película llegue a salas, a Netflix o a vuestro móvil y, curiosamente, los directores con los que he trabajado, aunque asumen su rol y saben que en ello está la cierta exposición, no olvidan nunca que, por muy director que sean, sin el equipo detrás no hacen absolutamente nada.
De forma similar debería ocurrir con naturalidad en el sector del videojuego, pero quizás éste sea uno de los puntos donde todavía tengamos que dar ciertas "pruebas beta" hasta dar con la normalización de todo esto. En cualquier caso, esperemos a ver que nos trae este "A Hideo Kojima Game" y si el éxito le sigue acompañando ahora que vuela en solitario.