Estos días he escrito montones de noticias de juegos bélicos. No por nada, dentro de poco saldrán cuatro de ellos, o al menos de los grandes, porque a lo mejor hay por ahí alguno más del que no me he enterado. Tienes el 'Call of Duty' de rigor, que este año son dos ni más ni menos: 'Infinite Warfare' y el remake de 'Modern Warfare'; tienes 'Titanfall 2', secuela que se antojaba necesaria viendo el destino que acabó sufriendo el primero; y luego tienes 'Battlefield 1', el gran peso pesado, el que está colmando todas las expectativas y más.
Es muy gracioso, porque todos estos lanzamientos se agrupan ahora que empiezan las fechas cercanas a navidades, así que básicamente estamos celebrando unas fiestas que (supuestamente) pregonan el amor, la familia y la buena voluntad con montones de juegos de sangrientas guerras y miles de muertes. Tampoco es tan descabellado, al fin y al cabo lo que realmente promueven estas fiestas es el consumismo exacerbado, y eso no entiende de violencia ni de bondades; a día de hoy banalizamos tanto todo que qué más da si como un gesto de amor le regalas a un ser querido un videojuego de matar gente en la Primera Guerra Mundial.
Antes de que se me tilde de algo inoportuno, he de aclarar que tampoco le doy tanta importancia al asunto. Creo que todos, o al menos la mayoría de nosotros, sabemos que se tratan simplemente de productos de ficción destinados a entretener. Hay videojuegos que tienen un propósito más artístico y esas cosas, pero yo diría que estos no son esos, o al menos no en gran medida. No le regalas a alguien un 'CoD' con la malévola intención de que se bañe en la sangre de sus enemigos, sino para que se divierta jugando online con justamente lo contrario, sus amigos.
En una partida por internet, por mucho que el juego te diga que hay un bando de rusos y otro de americanos, sois todos iguales y esas facciones te importan un bledo en realidad. Pero luego está el tema del modo campaña y eso ya me chirría un poco, sobre todo cuando se trata de temas históricos como, por ejemplo, la ya mencionada Primera Guerra Mundial.
Tú eres el héroe
Hablo del tráiler de la historia de 'Battlefield 1', por supuesto. Parece que ha gustado bastante, y aunque mantengo mi opinión de que quizás la expectación que causa este juego está un poco por encima de lo que debería, lo cierto es que entiendo por qué. Es Hollywood en estado puro, y cuando pensamos en este tipo de obras en los videojuegos se nos viene a la mente el mejor ejemplo posible: Naughty Dog. A todos nos encantan 'The Last of Us' y 'Uncharted', así que si esto se parece a esos juegos, ¡hurra! Adiós a esas campañas genéricas y poco inspiradas de los shooters multijugador, por fin tendremos una buena trama que nos importa, ¿no?
A decir verdad, admito que seguramente estará mucho más trabajada, más humana y todo eso. No era muy difícil teniendo en cuenta cómo eran antes, así que espero alguna mejoría, pero por lo que he visto en el tráiler, parece que volvemos a los mismos arquetipos de siempre en esta clase de juegos. Somos los héroes, los buenos que luchan contra los malos por un interés que va más allá de la mera individualidad: el bien común y la justicia (o lo que para nosotros es justicia). Masacramos a cientos de personas porque ellos, al atentar contra este bien común, se lo han buscado. Y aunque no debemos, disfrutamos con ello porque es un juego de pegar tiros al fin y al cabo.
En el reciente artículo "Recuperar la confianza en el mundo", Alberto Murcia habla sobre los preceptos a los que nos tienen acostumbrados estas campañas bélicas. El típico cliché del compañero soldado que está a punto de morir y debemos decidir si salvarlo o no (aunque realmente no decidimos nada porque está todo guionizado). A veces él decide quedar como un héroe y sacrificarse en pos de la consecución de lo bueno, del ideal de los que salvan el mundo, porque eso es lo que nos dicen ¿no? Que lo estamos salvando; qué importa una vida humana comparada con la de miles. Otras veces, como se apunta en el ejemplo del citado artículo, este soldado quiere que le salven porque tiene miedo a morir, y a pesar de que algunos se oponen, la decisión final del superior es la de abandonarlo a su suerte por las mismas razones por las que se sacrificaba el otro. No nos gusta, pero debes morir por tu país, quiero decir, por la democracia, ya sabes.
Esto suena mucho a propaganda para alistarte en el ejército ¿no? Tu lucha salvará muchísimas vidas (a base de acabar con otras tantas), serás un héroe que no le tuvo miedo al abrazo de la Parca. El tráiler de 'Battlefield 1' dice "miraremos a la muerte a los ojos y pelearemos", "el futuro estará lleno de relatos sobre quiénes fuimos y qué hicimos". Todo ello acompañado de una heroica melodía que ilustra imágenes que causarían auténtico terror a aquellos que las presenciaran la vida real. El mensaje está claro, como héroe que eres, ve a matar y a morir, porque todo esto es inevitable. ¿Pero y si no lo fuera? ¿Y si lo que habría que evitar es la propia guerra y no la dominación del ideal ajeno? A nadie le gusta que le manden a matar y a morir, pero el caso es trastocar el mensaje para que te suene bien. Lo dicho, propaganda.
Tampoco estoy diciendo que 'Battlefield 1' sea una conspiración para enviarnos a todos a coger un rifle y disparar a aquellos que atentan contra nuestro sagrado orden. Simplemente es Hollywood (en videojuegos), y eso significa que solo quiere entretener y quedar bien, pero siempre moviéndose en base a unos valores. Valores que operan a un nivel subconsciente, el de dar las cosas por sentado. No dudo que solo quieran construir una historia disfrutable y palomitera, con buenos y malos y todas esas cosas, pero esa construcción no sale de la nada. Dicen que la Historia la hacen los ganadores, y como supongo que toda persona con un mínimo de perspicacia sabrá, la gran mayoría de títulos bélicos tienen como protagonista a occidente en general y a Estados Unidos en particular; 'MURICA para los amigos. Porque esos valores entre los que nos movemos, los que motivan las obras de Hollywood y similares, fueron los que transmitieron aquellos que vencieron en la batalla. En la lucha de ideales, uno derrotó al otro y perduró.
A estas alturas es obvio imagino, tampoco le estoy descubriendo el mundo a nadie diciendo que los videojuegos, aunque incluso yo asegure que se catalogan como productos de entretenimiento sin mayores pretensiones, también cargan una ideología. Tal vez no intencionada, pero al movernos en un mundo configurado por esos valores, lo hacemos de manera prácticamente inconsciente, y lo que intento decir con todo esto es que 'Battlefield 1', por mucho que nos diga que ha trabajado más la historia para un solo jugador, sigue siendo más de los mismo. Las intenciones son iguales que las de antes: ser un producto palomitero con el que divertirte durante un rato y ya de paso, si te hace, salvar la democracia y eso.