El 30 de Abril 2019 | 03:44
Este artículo contiene spoilers sobre 'The Dawn of the Future' y los Episodes cancelados de 'Final Fantasy XV', léelo bajo tu responsabilidad.
'Final Fantasy XV' fue muchas cosas. Para gran parte de su público un desastre. Un título caído en desgracia por las ambiciones de Square Enix y los constantes cambios. Guion, director o motor fueron algunas de las particularidades que cambiaron en el desarrollo de una obra que incluso nacía con un nombre diferente, 'Final Fantasy Versus XIII'. Esta no es una nueva historia y por lo tanto no necesita ser contada. Pero si es el preludio de una fantasía final que no fue todo lo que pudo ser.
Conocemos el resto. Sabemos cómo acaba la historia. No solo para Noctis, también para Hajime Tabata y el resto del equipo de 'Final Fantasy XV'. Un título rico en proezas, pero falto en espíritu. Una obra que ya tuvo un espacio en esta misma columna, meses atrás, a raíz de su abrupto final y en forma de epitafio. Pero una que ahora vuelve, porque la magnitud de su pérdida era desconocida hasta que hemos podido vivirla.
Camino a la redención
El espacio fan siempre ha sido un terreno obtuso. Me gusta navegar por él, no lo niego; ver cómo el público ha aceptado una obra y, sobretodo, ver como ha influido en ella — igual que ella ha influido en el público. Y 'Final Fantasy XV' siempre ha invitado a ello, a que el público crease finales alternativos, secciones desconocidas. A que dibujase aquellos espacios que quedaban en blanco.
Sin embargo, Square Enix escuchó al público en los compases finales del juego. Lo hizo tarde, pero lo hizo. Incluso así la oportunidad de redimirse quedó en un vacío cuando Hajime Tabata abandonó el estudio —con motivos más que justificados, valga decir—, dejándonos con ciertas grandes escenas que se daban cita en esa Royal Edition y algunos misterios por desvelar en el reciente 'Episode Ardyn'. Un pequeño y dulce beso de despedida que nos privaba de secciones mucho más relevantes que esconden incluso un final alternativo.
Ahora estas historias serán recogidas bajo la mano de Jun Eishima bajo un novela titulada, como tributo a la tetralogía de DLCs, 'The Dawn of the Future'. Conocedor de su trabajo y su habilidad es difícil no esperar una obra de gran calidad. Pero incluso así resulta una alegría espinosa saber que todo el contenido cancelado quedará, dicho de la peor manera posible, relegado a una simple lectura. Las ideas que revela @FFPlanet a través de la novela (disponible desde hace unos días en tierras japonesas) en cuestión son capaces, de nuevo, de redimir todo lo que la obra suponía.
Few pieces of concept art from FFXV -The Dawn of Future- Artbook
— BoN (@FFplanet) 26 de abril de 2019
1. Luna from Episode Luna. The Draconian recovered her body with power of daemon and revived her to fulfill the new mission. She has the power of daemon like Ardyn. pic.twitter.com/f1qiNwnaXK
Revivida bajo los anhelos de Bahamut, Luna ahora ocuparía un papel de villana. Un destino tan terrible como el que vivía el propio Ardyn y que permitiría explorar, igual que con el mismo, un perfil diferente de la Oráculo. La idea de la redención y un nuevo arco sobre la relación entre ella y Noctis. La capacidad para salvar las líneas de un personaje con un gran arco narrativo que se veía relegado a apenas un puñado de escenas.
Algo que podríamos vivir también de manos de Aranea, seguramente uno de los personajes femeninos más fuertes de la franquicia de marras, a través de una historia inédita, capaz de remarcar los puntos más fuertes de la misma. La posibilidad de vivir, junto a ella, la caída de Niflheim en su último día de vida, permitiendo brillar aún con más fuerza su liderazgo.
Pero, y volviendo al punto anterior, lo importante es que 'The Dawn of the Future' parecía querer centrarse en ese final alternativo tan propio de un fanfiction que encajaba con firmeza en la propuesta del título. Así lo revelan los conceptos anteriores, mostrando la batalla final de 'Episode Noctis', donde deberíamos haber combatido con el príncipe junto a una pintoresca partyformada por la propia Aranea, Ardyn y Luna contra Bahamut, el más grande de los seis pilares que sujetan Eos y del que tan poco revela su historia.
Duele no saber si en esta nueva narración de los hechos podríamos o no visitar Tenebrae, pero aún duele más saber que jamás asistiremos al funeral de Ardyn, caído en batalla y recordado como un verdadero soberano, y no como un tirano que, pese a todo, lograba su cometido y ejecutaba su venganza final. Un destino amargo para alguien que caminó, injustamente, durante siglos entre las sombras.
Duele saber que no veremos volver a Luna, tras abandonar las cadenas del Sidéreo. Duele saber que no conoceremos a los hijos de la pareja. O al menos saber que no podremos interactuar con ellos. Seguimos pudiendo volar con nuestro Regalia, atravesar campos y montes. Podremos seguir jugando a ser Glaives. Incluso hemos vivido una curiosa ruptura de la cuarta pared donde Noctis se confiesa fan de 'Assassin's Creed'. Sin embargo, jamás viviremos la última historia escrita para el Entronado.
Lo haremos a través de las palabras de Eishima; de Emi Nagashime. Por supuesto. E, insisto, no dudo de su potencial, menos aún de la calidad de su narrativa, ya lo ha demostrado con 'NieR: Automata'. Pero incluso así cuesta creer que no llegaremos a ponernos jamás en la piel de Luna o en la de Aranea. En que nunca llegaremos a vivir el final que 'Final Fantasy XV' merecía. En que esa promesa que suena suena al poco de iniciarnos en su aventura no se llegue a cumplir.
«Jamás claudiques».