El 25 de Julio 2016 | 16:24
Cada vez que piso una escuela siento mariposas en el estómago. Tengo una debilidad con la enseñanza, algo que me atrapa a aprender todo lo posible sobre cualquier temática para poder contárselo a los demás de la mejor forma posible. El traspaso natural de la información para que las nuevas generaciones logren mejorar lo que hicieron sus progenitores es algo que me apasiona, especialmente si es a niños. Podrás intuir que, además del periodismo, tengo entre ceja y ceja ser profesor.
Por desgracia, el día que mi universidad me dé mi título de Magisterio de Educación Primaria no voy a ser profesor, pues eso es una labor que se va adquiriendo a lo lago de la vida con mucha práctica; sin embargo, ese día ya tendré las zapatillas necesarias para caminar sobre ese camino. Hasta ahora lo hacía más descalzo, solo con calcetines. ¿Y cómo podemos mezclar de forma efectiva al videojuego con el aprendizaje? ¿Es posible? ¿Se puede gamificar este la enseñanza? Claro que se puede.
Educación gamificada
En otro momento me explayaré en todo el planteamiento inicial, pero hoy quiero hablar de 'Art Academy'. Estoy teniendo la oportunidad de jugar a 'Disney Art Academy', título del cual podréis leer nuestro análisis en unos días, y la verdad es que me está encantando todo lo que tiene que ver con el título más allá de lo que ofrece como juego, que es bastante limitado. No es ese tipo de "me gusta" como cuando te enfrentas a un 'Dark Souls'; ahí sí hay aprendizaje, un proceso de interiorización de mecánicas y una sensación de auto complacimiento indescriptible cuando vemos que el juego responde a nuestras hazañas. Nos sentimos realizados. Lo mismo sucede con un simulador de conducción en el que bates un récord online o si te pasas con puntuación perfecta un plataformas. Son experiencias distintas, y 'Art Academy', en general, se centra en decirte que el arte tiene múltiples interpretaciones también dentro del mundo del videojuego.
He de reconocer que no sé dibujar un perro, tampoco un gato. Se me da horriblemente mal dibujar, pero 'Pokémon Art Academy' despertó en mí allá por 2014 una faceta que desconocía: aprender a entender la competencia plástica y artística. Uno de los problemas de miles de niños y niñas negados a dibujar, pintar, etc., es que no desarrollan esa destreza. Los profesores tenemos parte de la culpa por no despertar el talento que todos tenemos dentro, pues todos podemos aprender a dibujar, solo que el camino que tomamos no es el correcto.
Con 'Disney Art Academy' me ha vuelto a pasar y ha sido por los mismos tres motivos que con 'Pokémon Art Academy':
1. El contexto: Una consola, un lápiz táctil y personajes atractivos. Pokémon me vuelve loco; Disney me encanta. Empezamos bien. Si me equivoco puedo borrar sin manchar nada, como si nada hubiese pasado. Tengo el control del espacio y el tiempo, alejándome y acercándome, lo cual me permite hacer cosas que, sinceramente, no podría hacer en la vida real.
2. El modelo de enseñanza: Paso a paso. El juego ofrece decenas de herramientas, pero no tiene prisa. Te permite que lo juzgues por lo sumamente simple que es al principio, pero si le das la mano vas a saber perfectamente que el óleo es para una cosa y que esa brocha solo se utiliza para según qué momentos.
3. La retroalimentación: No puede haber progreso sin evaluación. Ojo, esto no significa exámenes. Un examen es una cosa, mientras que la evaluación es otra bien distinta. Evaluar significa comprobar cómo hemos hecho el trabajo, si hemos cumplido los objetivos, si hemos aprendido lo que se nos pedía al principio. En la serie 'Art Academy' tienes una constante atención por los pasos que das y los que no, con la recompensa de desbloquear más y mejores dibujos, más complejos, más bonitos.
Mucho que aprender
Yo ahora puedo decir que tengo muchísimos más conocimientos que antes de jugar, y eso me encanta. Es maravilloso que un videojuego te enseñe cosas que luego puedes poner en práctica fuera. Estoy disfrutando muchísimo un título que no va a pasar del 6 en Metacritic, que va a ser criticado y duramente castigado por no incluir todas las películas de Disney, por incluir 30 lecciones en vez de 60. Ya sabéis, esas cosas que valoramos sobremanera en un videojuego. Yo lo quiero valorar por lo que aporta al público al que se dirige, que es con una forma de despertar la competencia artística a través del videojuego de manera natural y lúdica.
Ojalá 'Art Academy' en tablets para que pueda llegar a las escuelas en el futuro. Ojalá yo, como profesor, sea capaz de enseñar tan bien cómo aprender a dibujar el día en que sea profesor.