A estas alturas ya no sorprendo a nadie si le digo que tengo muchas ganas de que 'Prey Reboot' llegue al mercado. Es más, seguro que más de uno está ya harto de que hable de él. Que si significará lo mismo en 2017 que el reboot de 'Doom en 2016, que es uno de los juegos más esperados del año por mí... Pero os lo juro; lo de hoy es algo más divertido. Porque en realidad utilizo el nuevo juego de Bethesda Softworks y Arkane Studios como excusa y pretexto para hablar del 'Prey' original. Sí, aquel juego desarrollado por los chicos de Human Head Studios y publicado por 2K Games que me dejó absolutamente anonadado en 2006.
5 características que lo hicieron único
No os mentiré: lo que más me gustó del 'Prey' original no fue el simple hecho de que me aportara un FPS de gran producción. Un juego que rebozaba de excelencia en todos sus apartados (gráficamente, a nivel sonoro, en duración...). Más bien me enamoraron algunos de sus conceptos únicos y revolucionarios. Porque aunque en PC ya habíamos visto muchas cosas, como puzles ingeniosos en 'Half-Life 2, uso del tiempo bala en multitud de juegos y demás parafernalias, 'Prey' aportó ideas realmente inteligentes, y lo que es mejor: divertidas. Por eso voy a exponeros cuáles de ellas me gustaron más, y por qué motivo quiero volver a verlas en el reboot.
En primer lugar, me fascinó el protagonista: el cheroqui llamado 'Tommy'. Pero... ¿qué tenía de especial más allá de su raza original? Sin lugar a dudas, todo lo que le unía al mundo de forma espiritual. Porque no solo le daba un carisma especial, llegando a explicar incluso el porqué del nombre del juego (y al fin y al cabo de la saga), sino que todo eso acababa siendo fundamental en la jugabilidad: las habilidades de nuestro protagonista no eran muy normales, y realmente eran fascinantes. El plano espiritual haría sus geniales apariciones tanto para aportar caminos adicionales a los niveles, como para darnos una segunda oportunidad al morir. Me encantaría que en el nuevo 'Prey' todo eso estuviera "conectado" de algún modo. No hace falta que el protagonista sea un cheroqui, ni tampoco que esas habilidades místicas sean las mismas; pero estaría bien que lo hiciera "a su manera".
Y como olvidarse de la ambientación... Seguramente lo mejor de todo el juego. Porque no era solo el hecho de acabar en una nave alienígena de una civilización de la que no sabíamos nada. Y debéis permitirme la expresión: también era ese genial aire tan yanqui que desprendía. Como en las mejores películas de la época. Todo estaba repleto de guiños, momentos divertidos, y sin embargo otros más épicos, giros de guión... Visualmente también era arrebatador. Nunca jamás olvidaré esos primeros minutos en el bar, con pelea de borrachos y abducción incluida. El tercer elemento os puede parecer una chorrada, pero desde luego no lo es: la llave inglesa. Era fundamental en los primeros compases del original, y por lo que hemos podido ver en los vídeos del reboot, volverá a serlo en este. ¿Cómo nos sorprenderán? Es una incógnita, pero si habéis jugado al primero, sabréis que era absolutamente la caña usarla.
Vamos terminando que me está entrando demasiado hype. El cuarto es sin duda la originalidad de los puzles. Porque en 'Prey' no bastaba con buscar un interruptor, mover un par de cajas o jugar con la gravedad. Desafía incluso al mismísimo 'Portal' con su sistema de portales de teletransportación y un concepto de las dimensiones realmente original e inteligente. Podíamos movernos en los escenarios desde todos los ángulos posibles, caminando por las esquinas, el techo... Y además entrar en portales que nos llevaban a otros sitios del escenario. La forma que tenía de combinar todos estos elementos era fantástica, y además no lo hacía solo para los puzles; también para los combates que se tornaban realmente frenéticos.
¿Y cuál es el quinto y último elemento diferenciador que quiero ver en el reboot? La espectacularidad visual. Aunque en su día se criticó mucho que empezara tan fuerte y luego fuera perdiendo fuelle, fue más una cuestión de repetitividad o agotamiento de las ideas, que no algo "visual". Porque las escenas que veríamos en pantalla (muchas de ellas previamente "scriptadas") estaban majestuosamente realizadas. Me gustó mucho que en todo momento nos hicieran sentir en inferioridad de condiciones, y no solo por el número de enemigos, sino por la forma de abordar las apariciones de los secundarios o de los "malos". Y todo, a un nivel técnico que rayó cotas realmente elevadas. En consolas se pudo disfrutar en Xbox 360, pero es que en compatibles sigue luciendo de maravilla. Puede que 'Prey Reboot' no sea una secuela; incluso que no se parezca en muchas cosas; pero no deja de ser un reboot. Y estoy seguro de que no perderá la identidad. Ya queda poco para salir definitivamente de dudas.