La guerra de consolas, ese anciano cascarrabias que de vez en cuando se vuelve a presentar en el panorama videojueguil para decirnos lo que está bien y lo que no. A día de hoy, a nivel de usuario, es prácticamente inútil entrar en estos debates, pero está claro que para las compañías la cosa no es así. En la presente generación, PS4 ha sido el sistema que más ha salido ganando de todos los de sobremesa, y con una abismal diferencia además. Sin embargo, esta parece que es cada vez menos grande, para regocijo de su principal competidora.
Tres veces seguidas
NPD Group ha revelado que Xbox One vendió más unidades que PS4 en Estados Unidos durante el mes de septiembre, según nos cuentan en Win Buzzer. No solo eso, sino que además lo hace por tercer mes consecutivo. Según Parece, Microsoft se ha puesto las pilas y los estadounidenses, usuarios tradicionales de Xbox que esta vez se habían pasado a Sony, vuelven a estar entusiasmado con la consola.
La compañía afincada en Redmond ha lanzado un comunicado para expresar su agradecimiento a todos aquellos jugadores que les han ayudado a resarcirse. En el mensaje no solo hablan de los datos de NPD, sino también de otros que apuntan a que Xbox One fue también la más vendida en Reino Unido durante septiembre, así como la única consola en experimentar siempre un crecimiento anual desde que salió en muchos territorios.
Microsoft aprovecha también para vender su nuevo sistema, que tiene gran parte de culpa en todo esto. "Este éxito ha sido posible gracias a nuestros fans y su apoyo a Xbox One S, que es la única consola de estas navidades que tiene UHD 4K Blu-Ray de serie, streaming en 4K y HDR para juegos y vídeo". Asimismo, hablan sobre el gran recibimiento que están teniendo lanzamientos recientes como 'Forza Horizon 3' o 'Gears of War 4', amén de los muchos otros títulos que saldrán antes de que acabe el año.
La verdad es que hay que dar la enhorabuena a la antigua firma de Bill Gates por su saber hacer en los últimos tiempos. Lejos queda ya aquella nefasta presentación de la consola en los tiempos de Don Mattrick que quería ser un todo en uno con DRM. La nueva dirección que han tomado es mucho más sensata y eso se está haciendo notar. Más centrada en los juegos, con grandes títulos tanto exclusivos como multiplataforma disponibles o con planes de ser lanzados en ella. Por no hablar de lo bien que le ha sentado ese soplo de aire fresco llamado Xbox One S mientras Scorpio aún está por llegar, además de la unión total con Windows 10.
Esto no significa que Sony lo esté haciendo mal, ni mucho menos. Ambas compañías están dándolo todo y la distancia entre sus dos consolas bandera es ya ínfima, lo cual solo puede significar una cosa: que los jugadores van a salir beneficiados ante la gran oferta que hay.