El 14 de Agosto 2016 | 02:02
Es tremendo cómo pueden llegar a cambiar las cosas de un país a otro con tan solo unos kilómetros de distancia. ¿Tan distintos somos? Queda claro que sí, y en la industria del videojuego hay tantos títulos como colores para elegir. En el caso de Xbox One nos vais a permitir que digamos que la situación es especialmente representativa, porque en una misma semana natural hemos conocidos dos datos que son radicalmente opuestos.
Por un lado tenemos la Xbox One de las sonrisas, la americana; esa máquina que supera por fin en un mes completo a PS4 a nivel de ventas en los Estados Unidos y se mantiene a la caza de los nipones con uno números muy sólidos, agotando el modelo Xbox One S en cuestión de días. Fortaleza 'made in Spencer'.
Evidente incompatibilidad Japón - Xbox
Pero esa magia no se consigue transmitir en el país del Sol Naciente, donde tal como desvela Media Create esta semana se anota solamente 45 unidades en los últimos siete días. Estas son quizá las mismas unidades que se venden en un fin de semana en toda una ciudad más o menos grande española. En todo lo que llevamos de año solo se han vendido 3.500 Xbox One en todo Japón, mientras que en toda su vida útil son solamente 67.000.
Los números sonrojan hasta al más vivaz, y personalmente no entiendo cómo Microsoft sigue intentando mantener en tiendas un producto que cuesta lo suyo fabricar cuando allí no interesa casi ni a los coleccionistas. No salen apenas juegos, no hay licencias que consigan cautivar a los nipones... No sé qué es lo que pretende Microsoft ni cómo plantean los próximos dos o tres años, pero no me extrañaría nada si cogen mañana y dicen que se dirigen al aeropuerto, que aquí ya no pintan anda. Lo ideal sería que no fuese así, pero no es que haya muchos motivos para estar esperanzados con ella...