En el año 2000 el Gobierno Chino decidió prohibir la venta y distribución de consolas de videojuegos en la mayoría del país, una decisión que ha seguido en pie hasta este mismo año. Tan solo las regiones que gozan de una mayor autonomía, como Hong Kong, Macao o Taiwan, pudieron seguir disfrutando de los juegos en consola durante todo este tiempo.
Nuevos mercados
Aprovechando el nuevo marco legal chino, los principales fabricantes de hardware están preparando el desembarco de sus aparatos en este nuevo mercado. Microsoft parece ser la primera que conseguirá abrirse un hueco en China, puesto que los habitantes de este país podrán comprar la Xbox One a partir del 23 de septiembre.
La nueva Xbox solo podrá ser adquirida por clientes de China Telecom, la tercera compañía de telecomunicaciones del país, que la venderá a los ciudadanos chinos por 3,699 yuanes (446 € aprox.)en su versión básica sin Kinect, que incluye como extras 'Powerstar Golf', 'Neverwinter online', acceso a los contenidos del servicio chino BesTV y suscripción a Xbox Live Gold hasta marzo de 2015.
Aquellos que quieran comprar el pack con el sensor de movimiento tendrán que desembolsar 4.299 yuanes (unos 521€) pero recibirán, además de todos los extras del pack básico, una copia de 'Kinect Sports Rivals' y otra de 'Forza Motorsport 5 GOTY'. No parece una mala oferta.
Siguiendo las directrices marcadas por el Gobierno del Gigante Asiático, solo podrán venderse al país los juegos que cumplan con una larga lista de condiciones entre las que podemos encontrar requisitos tan poco concretos como "no amenazar la unidad nacional de China, su soberanía o integridad territorial".