Peter Schaar, miembro de la comisión federal de protección de datos alemana, acaba de comparar la nueva plataforma de entretenimiento de Microsoft, como una "dispositivo de control'. Según sus declaraciones: "La nueva Xbox One registra todo tipo de información sobre mi a cada instante. Mis velocidades de reacción, de aprendizaje o mis estados emocionales son registrados y al instante enviados a un servidor externo que posiblemente reenvíe esta información a terceros".
Xbox One nos estudia a cada instante
Estas preocupaciones han surgido tras la presentación del nuevo sistema de conexión permanente y activo de Kinect. Este periférico estará encendido en todo momento aunque la consola esté en reposo. Kinect será capaz de detectar nuestra presencia o ausencia en la habitación y reportar esta información a un servidor, lo que convierte a Xbox One en una herramienta de estudio de mercado más que en una centralita de entretenimiento.
Cuando se planteó la problemática de la privacidad de los datos referentes a esta novedad, Phil Spencer ejecutivo de Microsoft Games
aseguró que la información personal de los usuarios no se verá comprometida en ningún momento: "El usuario está en disposición de elegir qué datos quiere que registre la consola dependiendo de qué actividades desarrolle con ella. Obviamente, la recogida de datos es un efecto colateral de ciertas características únicas de la plataforma".