Desde el primer momento en que conocimos de la existencia de Xbox One, algo que estuvo fuera de toda discusión para Microsoft fue la conexión obligatoria con el sensor Kinect. El dispositivo era una parte esencial de Xbox One, vendría con la consola incluido, y tendría que estar conectado de manera constante para usar la plataforma.
Sin embargo, inesperadamente Microsoft anuncia que podremos apagarlo, olvidarnos de él, y utilizarlo únicamente en los juegos que lo requieran de manera explícita, como 'Kinect Sports Rivals'. Exactamente el mismo uso que se le da ahora mismo en Xbox 360.
La noticia ha surgido a raíz de un encuentro digital mantenido entre los lectores de IGN USA y Mark Whitten, Jefe de Arquitectura de Xbox One.
Un usuario le preguntó si la consola dejaría de funcionar en caso de que Kinect se estropease. Ante esta cuestión Whitten respondió explicando todos los beneficios y posibilidades al hacer uso de Kinect en la plataforma, en lo relativo a menús, comandos de voz, y todas las capacidades que se nos vienen mostrando desde la presentación del sistema. Sin embargo, la parte interesante de la intervención llega en las últimas líneas: "Dicho esto (refiriéndose a toda la explicación de la posibilidades de Kinect) la consola seguirá funcionando si Kinect no está enchufado, aunque no se podrán utilizar alguna de las funciones o experiencias que hacen uso explícito del sensor".
¿Pack de Xbox One sin Kinect?
Este cambio puede ser capital para determinar el futuro de Xbox One. La posibilidad de un pack de la consola que no incluya el sensor es algo que viene siendo rumoreado, y que muchos usuarios esperan con ansia desde hace mucho. Hasta la fecha, siendo Kinect una parte imprescindible de la consola, parecía poco probable. En cambio, replanteándose en esta dirección la situación no es algo que debamos descartar.
Habrá que esperar a que Microsoft explique en más detalle lo que plantea Whitten.