Microsoft ha pasado por varias épocas a lo largo de su trayectoria en los videojuegos. Xbox fue un soplo de aire fresco ante la hegemonía de Sony; en esa época, la consola verde ya ganó muchos adeptos por ser el rival más directo de la destructora de Sega. Xbox 360 supuso la época dorada de la compañía: el sistema vio nacer sagas como 'Gears of War' o juegos como 'Blue Dragon', 'Halo 3' o 'Fable 2'. Xbox One es el más reciente lanzamiento en términos de hardware y consolas. De Xbox 360 toca hablar hoy, pues la consola ha recibido una actualización tras dos años sin ninguna.
La versión es la 2.0.17526.0, y lo que hace es solucionar una serie de "bugs menores" y "llevar a cabo algunas mejoras" que no han sido desgranadas. Para actualizar el sistema será necesario conectarlo a la red; si está activada la actualización automática en la configuración, el aviso saltará automáticamente; si no está activada la opción, habrá que acudir a las opciones y descargarla de manera manual.
Una decisión muy interesante
A pesar de que es una actualización que llega tras dos años de estancamiento, es una decisión valiente. Microsoft apostó por la retrocompatibilidad en Xbox One y casi condenó al más absoluto ostracismo a 360. Poco a poco el catálogo de juegos disponibles ha ido aumentando hasta adentrarse en más de 400. Esta actualización es una declaración de intenciones, al menos así lo parece: la compañía estadounidense no cierra aún el ciclo anterior, y lo demuestra cuidando la consola.
Los próximos movimientos de Microsoft son una auténtica incógnita. El nuevo modelo de negocio que pretende instaurar la compañía (una especie de Netflix de los videojuegos) con su Game Pass pretende arraigar al público otrora acérrimo a la consola verde. El E3 dirá si aún hay esperanza para ver un resurgir de Microsoft.