La reunión de ayer en la que Nintendo reunió a decenas de personas para poner sobre la mesa los resultados económicos del segundo trimestre del presente curso fiscal dio mucho de sí, pues además de haber podido conocer el primer juego para móviles de la compañía, 'Miitomo', o el nuevo sistema de cuentas, 'My Nintendo', los de Tatsumi Kimishima desvelaron que a Wii U las cosas no le van nada bien, pues en estos últimos seis meses no se han vendido más que 1 millón y poco de unidades en todo el mundo.
Situación agónica
Sin embargo, las cosas están yéndole mejor en Japón, donde poco a poco va tomando forma en el mercado, aunque eso no signifique que sea una situación sostenible. La máquina de sobremesa de Nintendo sigue dando pasos de gigante a un lugar donde ninguna compañía quiere que sus consolas terminen estando, pero con Wii U parece inevitable que tarde o temprano, más bien mucho antes de lo que esperamos, venga alguien a tomar el relevo; y su nombre no es otro que NX.
La agónica lucha de Wii U por terminar su vida útil con algo más de fuerza no está siendo en balde, pero cada día que pasa la máquina en las tiendas a Nintendo le va costando varios millones de yenes, pues tal como se puede ver en los gráficos la situación es mejor, mucho mejor que en 2014 especialmente en software, pero el hardware es cuando menos anecdótico. A Nintendo no le importa si su consola lleva vendidas a estas alturas del año 440.000 unidades o 460.000; lo que les importaría es que fuesen 4.6 millones, por poner un ejemplo con dígitos similares.
En Europa y Norteamérica la situación no es muy diferente y la situación parece ser cada día menos clara para Wii U, que pide a fritos una señal de socorro.