De entre todas las juntas de calificación por edades la australiana es de nuestras favoritas por los constantes encontronazos que tienen con no pocos videojuegos al cabo del año. El último en darse de frente con este organismo ha sido 'We Happy Few' de Compulsion Games.
Una lectura muy superficial
La historia viene a ser la de siempre pero con un punto extra de interés. El caso es que Australia ha negado la calificación por edades a este videojuego independiente por hacer uso del consumo de drogas como una de sus mecánicas. Los motivos han sido que, apelando al funcionamiento del juego de a forma más literal, no han visto positivo que el consumo de la droga entorno a la que gira el videojuego, las píldoras llamadas "Joy", permita al jugador obtener cierta ventaja a la hora de sobrevivir en las calles del título, dando a entender que el consumo de drogas te facilita la vida.
Basta conocer vagamente o haber jugado unos minutos a 'We Happy Few' para saber que eso es cierto y al mismo tiempo no lo es en absoluto. Es verdad que consumir las píldoras te hace formar parte del rebaño de habitantes que permanecen aletargados y controlados por la distribución de las pastillas por parte de un gobierno autoritario. Consumir dichas pastillas evitan que los ciudadanos nos detecten como un extraño y nos ataquen.
Hasta ahí la lectura está bien, pero el asunto es que el consumo de estas drogas es la principal dicotomía del jugador que se enfrenta a 'We Happy Few', tomar las pastillas supone rendirse al sistema opresor y por tanto negarse a seguir las ideas de rebelión sobre las que se cimenta el argumento principal del propio juego. Por tanto el jugador que decide hacerse con 'We Happy Few' no va a percibir en ningún momento que el consumo de drogas le facilita la existencia, si no que, en este contexto, lo reduce a una carcasa sin identidad, ni libertad.
El estudio responsable del juego ya ha afirmado que volverán a reunirse con la junta de calificación para explicarles el contexto del consumo de drogas en el juego y por qué su lectura no es la adecuada.