El 21 de Marzo 2018 | 22:15
Los fans de las películas de Tarantino conocemos a Vivica A. Fox por su aparición en 'Kill Bill' como Vernita Green, una de las asesinas a las que se enfrenta Beatrix Kiddo (Uma Thurman). La escena de su venganza da inicio a la primera película de la forma más explosiva. Ahora, Fox está a punto de publicar su libro 'Every Day I'm Hustling', y ha concedido a TIME un fragmento en el que rememora los tiempos rodando 'Kill Bill'. En concreto, cómo fue su audición con Quentin Tarantino, los eternos entrenamientos de artes marciales y el apoyo de sus compañeras de reparto, sobre todo el de Thurman.
La actriz, productora y escritora revela en este fragmento que Tarantino le dio una mala impresión. Antes de poder llevar a cabo una audición como Dios manda, el director le pidió conocerse en una cafetería para "ver si le gustaba", algo a lo que Fox asintió a regañadientes.
"Pensé: "Esto es una gilipollez, pero de acuerdo". Había escrito un papel para una mujer negra en 'Kill Bill', un guion que ya estaba causando gran sensación."
La audición se llevó a cabo en casa de Fox, una mansión de Tarzana, Los Angeles, y la actriz consiguió el papel. Pero esta fue la parte fácil, ya que los problemas empezaron cuando Tarantino quiso convertir a su reparto en profesionales de las artes marciales.
"Durante tres meses, Uma Thurman, Lucy Liu, Daryl Hannah, David Carradine y yo pasamos ocho horas al día estudiando artes marciales en el gimnasio que abrieron en Culver City", ha escrito Fox. "Desde las nueve hasta las cinco, de lunes a viernes. Si no entrabas por la puerta entre las 8:55 y las 8:59, a las nueve y un minuto te llevabas una bronca. Sentí que estaba en las malditas Olimpiadas o algo así."
Tarantino acudía al gimnasio todos los viernes para evaluar el progreso de los actores, y cada semana sólo tenía críticas negativas. Cuando pasadas tres semanas los llamó vagos, Fox saltó de inmediato:
"Perdí los papeles. "¿Qué es esto, un concurso para machacarnos?", le pregunté. "¿Acaso hay algo que estemos haciendo bien? Joder". Todos contuvieron el aliento. Sentí que Uma se echaba atrás. Lucy me agarró la mano y trató de tranquilizarme susurrando: "Cálmate. Cálmate".
No pude. Seguí hablando, pensando que lo hacía en nombre de todos. Al final, Quentin más o menos reconoció que apreciaba el trabajo, pero que quería que todos nos esforzáramos al máximo y confiáramos en él."
Una lección para toda la vida
Fue Thurman quien, tras lo ocurrido, se acercó a hablar con Fox. Cabe decir que había dado a luz tres meses antes, y que su entrenamiento era igual de duro que el de sus compañeros. Thurman le dio las gracias por hacerle frente a Tarantino, pero le recomendó que aprendiera a manipular la situación en su favor: "Tienes que aprender a parecer más calmada, a hablar menos. Es duro [Tarantino], pero no idiota. Te concederá lo que le pidas si eso va a hacer que la película sea mejor. Aprende a atacar con inteligencia, Vivica. Porque tiene el poder para despedirte. Y no quiero eso."
Fox completa el párrafo agradeciendo a su compañera. Para ella, 'Kill Bill' ha sido la película de la que está más orgullosa, por el esfuerzo y la dedicación que pusieron todos. La actitud de Thurman, ver cómo "atacaba con inteligencia" y conseguía cambios de vestuario e incluso de diálogos, fue verdaderamente empoderador. "De Uma, aprendí mucho acerca de compartir poder. Quería que diera lo mejor de mí misma. No suele ser el caso para las actrices negras."
Hoy en día, Fox considera a Tarantino un director fabuloso con el que le encantaría volver a trabajar, y aprecia cada hora de trabajo invertido. Acerca del accidente de coche que le provocó a Thurman, admite no haber sabido nada hasta que lo hizo público, y espera que el director haya aprendido que nada merece la pena poner en peligro la seguridad de un actor.