Microsoft se ha sumado al resto de compañías y ha hecho públicos sus resultados fiscales del último trimestre de pasado año. La compañía, en términos generales, crece, pero la división de Xbox se resiente más que ninguna otra debido a la caída en ventas de Xbox One. A pesar de ello, el sector de juegos de la empresa se mantiene gracias a que sus servicios crecen año tras año y permanecen fuertes.
Una escena repetida
En estas semanas hemos visto cómo la principales compañías del sector del videojuego mostraban sus números de cara al público. Todas registraban crecimientos y caídas en algunos de sus apartados, pero globalmente cerraron un año fiscal bastante bueno. El caso de Microsoft es diferente, ya que su división de Xbox se mantiene gracias a los estupendos servicios que ofrece a los jugadores. Xbox One, por su parte, intenta sobrevivir en un mercado cada vez más voraz que apenas le da tregua.
Según los números publicados por la propia compañía (y recogidos por GamingBolt), las ventas de Xbox One han caído este último año un 33%, aunque no se ha detallado número de consolas vendidas (algo que Microsoft dejó de hacer hace bastante). A pesar de que se colocan menos máquinas, la venta de juegos ha crecido un 5% con respecto al año anterior y también lo ha hecho el número de suscriptores que tiene Xbox Live (un 7% más que el año anterior). La compañía espera poder potenciar las ventas de su Xbox One con el lanzamiento de la All-Digital Edition, la primera consola sin lector de discos y que precedería a la next-gen que estarían preparando ya.
Además, también hay que sumar el Xbox Ultimate Game Pass, un nuevo servicio que unifica Game Pass y Xbox Live en un solo pago mensual, lo que, al simplificar la transacción, puede llamar la atención de nuevos jugadores.