El 19 de July 2016 | 13:52
La piratería está lejos de haber dicho su última palabra en el mundo de los videojuegos, y en España por desgracia estamos rodeados de comercios que todavía continúan vendiendo tarjetas piratas que vulneran tanto la seguridad como la legitimidad del uso de las consolas portátiles de Nintendo. Con Nintendo DS fue de locos lo que pasó con las M3 y las R4, pues no vamos a andar con titubeos a la hora de citar nombres, y ahora sucede lo mismo con las Sky3DS, Gateway y compañía, pero en el caso que nos concierne vemos cómo las susodichas han sido las detonantes que se haya aplicado en España justamente el nuevo Código Penal.
Se acabó el negocio
Hoy es noticia que tanto uno de los Juzgados de lo Mercantil de Barcelona como un Juzgado de Instrucción Penal en Fuenlabrada, municipio de Madrid, han declarado como ilegal la venta de estos cartuchos de Nintendo 3DS.
Comencemos por la Ciudad Condal, donde un Juzgado de lo Mercantil de Barcelona ha firmado su sentencia en contra del dueño de la página web disfrutadetuconsola.com, que vendía Sky3DS a patadas; por otro lado, un Juzgado de Instrucción Penal de Fuenlabrada ha hecho esto mismo pero con el dueño de myconsola.com, que vendía no solo Sky3DS sino también Gateway.
¿Cuándo va a terminar todo esto?
Los acusados, en consecuencia, tienen que eliminar de su catálogo la oferta y la venta tanto para ahora como para el futuro de todos esos productos o similares, además que van a tener que pagar grandes sumas de dinero a Nintendo por daños y prejuicios a la Gran N, en concreto a la división de España. Asimismo, la sentencia penal -pues se trata de una pena tanto civil como penal-, con fecha del 23 de junio de este año, condena con 4 meses de cárcel a los acusados por daños generales.
El Código Penal, en su artículo 270.6, ha sido aplicado en España, pero en el resto de Europa también se está actuando en consecuencia con estas prácticas ilegales que están destrozando la industria del videojuego, esa que queremos considerar arte y que debemos defender como cultura.