La Comisión de consumo y competencia de Australia (ACCC) ha demandado a Valve, compañía norteamericana dueña del distribuidor digital Steam, debido a su política en contra de las devoluciones en modo alguno. Esto es debido a que va en contra de las leyes de Australia.
Tal y como dictan en Steam las condiciones:
-Los consumidores no tienen derecho a un reembolso por cualquier juego vendido por Valve a través de Steam en cualquier circunstancia.
- Valve ha excluido, restringido o modificado las garantías legales de que los bienes serán de calidad aceptable.
- Valve no tiene ninguna obligación de reparar, sustituir o proporcionar un reembolso para un juego en el que el consumidor no se haya puesto en contacto y haya tratado de resolver el problema con el desarrollador; y las garantías legales del consumidor no se aplican a los juegos vendidos por Valve.
Australia lo considera inaceptable
La ACCC envió un comunicado a Kotaku Australia donde aseguran que esto va completamente en contra de las leyes del consumidor de Australia, y demandan que sean puestas en orden para que se ajusten a sus leyes. Declaran que están interesados en cualquier compañía que quiera vender en sus fronteras, pero que para hacer eso, deben ajustar sus políticas antes para que sigan los mandatos de la comisión de consumo.
"La ley Australiana de Consumo se aplica a cualquier negocio que proporciones bienes o servicios dentro de nuestro territorio" comenta el presidente de la comisión Rod Sims. "Valve puede ser una compañía americana sin presencia física en Australia pero lleva a cabo negocios en nuestro país vendiendo sus productos a los australianos, quienes están protegidos por la ley de consumo".
Por su parte Valve ha declarado que están haciendo un gran esfuerzo para llegar a un acuerdo con el gobierno australiano lo antes posible. Esto podría llegar a significar que en un futuro cercano la política anti-devoluciones de Valve cambie en todo el mundo, algo que muchos consumidores esperan.