Nunca están contentas todas las partes. Durante un mes, Microsoft Games tuvo en mente la idea del futuro digital con su Xbox One, con el que uno podía compartir sus juegos de forma digital con los amigos y vender licencias de uso sin necesidad de un intermediario.
Pero esto implicaba tener que conectar la consola a internet cada 24 horas o de lo contrario, los juegos quedarían inservibles hasta que se volviese a conectar; además de impedir y controlar el mercado de la segunda mano. Estas políticas fueron muy criticas, y la presión popular por parte de los usuarios, medios y distribuidoras hizo que Microsoft Games decidiese permitir la segunda mano y eliminar la restricción de conectarse a internet.
Había gente que lo veía con buenos ojos
Como hay de todo en este mundo, había usuarios que estaban contentos con esta decisión del DRM y el énfasis en hacer que todo sea digital. Juntos, han lanzado una campaña de recogida de firmas, en la que comentan que "Queremos que vuelva. Este iba a ser el futuro del entretenimiento. Era una nueva era en la que podás comprar juegos digitales, cambiarlos, compartirlos o incluso vender las licencias de uso. Esencialmente, era Steam en una consola. Pero los consumidores no se informaron bien y la atacaron injustamente, y se retiró porque Sony Computer Entertainment aprovechó la confusión para ganárselos".